Masonería y sectas secretas. Por Octavio Sequeiros

Epiphanius. Massoneria e sette segrete: la faccia occulta della storia. Roma, Ed. Ichthys,  2002,  776 pp.

Por Octavio A. Sequeiros

             Una de las lacras morales implantadas jerárquicamente en el alma del católico es el desinterés por la actividad de las logias, o sea el desinterés por el Poder, o el de la displicencia por el prójimo, el bien común y la “caridad” que proclamamos de la boca para afuera.

             Hace pocos años luego de una conferencia del P. Sáenz en La Plata algunos asistentes de pura estirpe católica ortodoxa opinaron que los masones  al parecer carecen de vigencia y solicitaron información actual. Les cité entonces entre otras esta obra  que conocía sólo por  comentarios bibliográficos; poco después el Dr.  Antonio Coradello, estudioso de  este tema y  adicto de la Argentina, tuvo la gentileza de obsequiármela.

              A pesar de los múltiples estudios sobre la masonería accesibles en el mini-mercado católico -ej. La cara oculta de la Historia Moderna de J. Lombard-, la observación de esos amigos desinformados tiene  cierta justificación, pues no existe una síntesis o status quaestionis tan actual, mejor dicho actualísima, tanto que la revista Sodalitium  ha publicado un complemento que pone al día  los datos de los últimos años, realizada por el admirable  espíritu  que se oculta tras el seudónimo; el método es riguroso y muy cercano a la escuela francesa de Henry Coston que redactó un agudísimo prólogo.

Para muestra…

             Está  provista de muy buenos índices, bibliográfico y de nombres citados, indispensables para ubicarnos en los medios de desinformación. Ejemplos:

a) Últimamente lo medios nos ha abrumado con Jacques Attali, super ejecutivo de las logias y las finanzas que asegura la desaparición de matrimonio monogámico, pesada e inhumana herencia de Adán y Eva, y su reemplazo por el amor democrático posmoderno consistente en toda suerte de uniones laxas entre entes animados. Pues bien nadie nos dijo -seguramente porque era lo más importante-, que Attali es afiliado a la B’nai B’rith, la super logia hebrea Arca de la Alianza, y de la Trilateral, entusiasta promotor del suicidio y la eutanasia: “Máquinas para suprimir permitirán eliminar la vida cuando sea  demasiado insoportable, o económicamente demasiado cara. Sostengo por lo tanto que la eutanasia, en la sociedad del futuro será una regla”. (Diccionario del XXI secolo, Roma, Ed. Armando, 1999, p. 103) y de la supresión “del concepto mismo de Nación”, tema que fue motivo de una  notable polémica en Gladius; Attali da su versión: “en el Oeste las naciones tienden a disolverse  desde arriba (dónde está él) en la  constitución europea… Tal es la nueva utopía, el nuevo proyecto de civilización: una democracia sin fronteras, donde  las instituciones no necesiten ni Estados fuertes, ni fronteras que los limiten” (p. 450).

b) Jacques Delors, “el Señor Europa”, miembro de Futuribles Internationals, fraternidad superselecta de tecnócratas vinculados a los Bilderberg y a la Trilateral, también apareció en estos días paralelamente a Attali; eso sí: no nos dijeron que es católico y pedófilo como que, según Le Canard Enchainé, poderoso vocero socialista,  “existía una  filmación con Doutroux que estupraba una de las niñas a la que luego mató frente a una  pequeña platea poblada con personajes de tan alto nivel , que la policía no indagó”,  Delors no querelló y nadie fue investigado “pero hubo, dice M. Blondet, una enorme manifestación  masiva, prácticamente la mitad de la población de la capital salió a la calle, yo fui enviado por el periódico. Delors de hecho, como  habéis visto, se  retiró (de la política) después de este incidente. Se apartó, porque estos personajes son intocables y no son sometidos a proceso como Armando Forlani,  son protegidos por sus potentísimas cúpulas secretas” (Autores Varios. Aborto, el Genocidio del s XX, Milán,  Effediete  Edizioni, 2000, p. 38).

c) Nos visitó Mick Jaegger de los Rolling Stones, que se proclama desde que empezó el negocio “la encarnación de Lucifer”, pero nadie nos informa que Jaegger es miembro de la logia inglesa o sociedad ocultista mágica Golden Dawn -Aurora de Oro- donde militó, entre otros similares, el famoso mago negro Aleister Crowley, capomafia de la droga cuyas cartas de Tarot anuncia hoy 23 de  febrero La Nación. Jaegger declaró que tiene trabajo asegurado: “trabajamos siempre para dirigir el pensamiento y la voluntad de las personas” (Cf. el criminólogo y psiquiatra canadiense P. Paul Regimbal, La responsabilidad de conocer y hacer conocer, Roma, ed. Unitalsi, 1985, pp. 18 y 23).

            La Golden Dawn, p. 163, para los íntimos Hermetic Brotherhood of the Golden Dawn,  fue engendrada por una   organización superior en 1887 cerca de Manchester; su objeto  es practicar del modo más eficaz la vía activa de la magia siguiendo el  ideal enseñado por los rosacruces del s. XVII; “también en la Golden Dawn como en el Martinismo, se consideraba que los verdaderos jefes eran los  Superiores Desconocidos, ‘seres invisibles que, sin cuerpo físico, transmiten sin embargo poderes a los adeptos’” (cita del  masón Jean Pierre Bayard, Les franc-juges de la Saint- Vehme, Paris,  ed.  Albin Michel, 1971, p. 162).

            Y no seguimos con los interminables datos sobre estos satanistas y promotores mundiales de la insana cuyo mentor a nivel de la ONU, Aldous Huxley, ya en 1961 en  una conferencia conjunta “Aproximación farmacológica al estudio de la mente”, financiada por los laboratorios Schering, la “Voz de las Américas”,  todo muy cercano a  la CIA, aludió a la posibilidad de crear “una suerte de doloroso campo de concentración mental para sociedades enteras, un lavado de cerebro  con métodos farmacológicos”, y ésta –agregó muy enigmáticamente – parece ser la solución final” (Cita de M. Blondel, Complotti, Milano, ed.  Il Minotauro, 1995, p. 38). Pareciera que  Aldous tiene razón.

d) No es un libro curial, duro con la contra, pero complaciente con debilidades propias. Epiphanius descubre las relaciones más que peligrosas de teólogos, jerarcas eclesiales y sacerdotes  con bibliografía especializada, todo lo cual no aparece jamás en las piadosas  crónicas de  los voceros eclesiales ni en Página 12. Se explica pues que el rebaño fiel siga inserto en el  Limbo de los Animales a pesar de la desmitologización teológica.  Su juicio sobre la actual (2002) situación espiritual y política de la Iglesia   peregrina es sencilla y clara: “No es difícil sostener hoy  que la Iglesia  con el Vaticano II ha perdido su libertad y con ella, humanamente hablando, la batalla con el mundo, minando al mismo tiempo en el interior su doctrina de Única Depositaria de la  Una libertad que no le será restituida ni por  azar, ni por inesperada fortuna, sino sólo por una gracia excepcional de Dios, quizá al cumplimiento al fin de la profecía de San Pablo en la  epístola a los Tesalonicenses sobre la  gran apostasía, que parece escrita para nuestro tiempo: pero el católico sabe que el futuro pertenece sólo a Dios, su única certeza y su baluarte” (p. 672).

            Podemos discutir cuándo y cuánto la ha perdido y si la puede o no recuperar con ocasión de alguna guerra, solución hasta ahora inmejorable que da San Agustín en  La Ciudad de Dios  para los pueblos degenerados, incluido el Pueblo de Dios, pero la afirmación de Epiphanius nada tiene de herética o insensata, se trata de un juicio sobre los futuribles a la vista, y un juicio  muy ponderado.

La  ciudad del hombre

            San Juan nos advierte en su primera epístola “nosotros somos de Dios, pero el mundo está en poder del  maligno” (I, 5, 19) Parece algo drástico ese “nosotros”, sobre todo después de leer a nuestro autor, de modo que  la exégesis  sabrá aclarar los tantos.

            El hilo expositivo se centra en la existencia de una conspiración que empieza – para abreviar -con Comenius y termina con Ud, su complicidad y la mía. Objetivos:  educación, poder, justicia y religión mundiales, con instituciones  globalizadas  al servicio de la Contra Iglesia, los verdaderos S.I. que no son los jesuitas sino los Superieurs Inconnues, los superiores desconocidos integrantes de la AUTORIDAD espiritual real, coherente y unificada. En cambio los medios más ejecutivos constituyen el PODER con sus múltiples logias y grupos a veces en franca lucha ocasional, de intereses y estratégica. Consulte el esquema en p. 618. 

            En cambio fuera de la Iglesia y menos adentro, donde las conspiraciones son el pan de cada día, esta conspiración, que ahora lleva el nombre provisional de Acuario, es impresentable, aunque sea una  conjura tan publicitada como hasta hace poco los Golpes de  Estado liberales en la Argentina; los mismos conspiradores publicaron por lo menos todo un libro con ese título, amén de mil confesiones promocionadas como parte de la estrategia.

            Importa destacar el comentario a la bibliografía citada  que ayuda a seleccionar las posibles lecturas, así los matices que distinguen a dos autores indispensables: Yann  Moncomble, fallecido prematuramente, “cuya riqueza de documentos es esencial para encuadrar correctamente el fenómeno mundialista, aunque este autor se detenga a menudo en los vértices del PODER, rozando apenas el motivo central, que es teológico,  de quién detenta la  AUTORIDAD y reina sobre el PODER”; por su parte Pierre Virion, “es fundamental para introducir la correcta comprensión de la esencia de aquella AUTORIDAD solamente vislumbrada, en cambio, en los libros de Moncomble” (pp. 743 y 745).

            El Gran Hermano, o Hermano Mayor en la fe y Mucho Mayor en el dinero, la publicidad y la cohetería atómica, tiene, en sus guaridas del desierto, muchas cabezas atómicas acondicionadas apuntando a los principales centros de poder, de cuya puntería no  escapará Roma si se porta mal. Estos (y otros muchos) datos que no aparecerán jamás en los documentos ecuménicos, ni falta que hace, son la otra parte de la verdad que preocupaba a Poncio Pilato y ayuda a comprender el todo. La pérdida del poder temporal del Vaticano y la desaparición de la Cristiandad obliga a darle al César, para el caso el PODER y la AUTORIDAD, bastante más de lo  que le corresponde según la fórmula casi  textual del derecho romano utilizada por Cristo.

Este desequilibrio de poderes explica, tanto o más que los meras doctrinas  heréticas, el “fenómeno” modernista y la política ecuménica de Estado puesta en práctica por Roma.  Sin duda en un plano superior, absoluto y espiritual, la falta de Fe constituye el meollo del problema, el elemento decisivo e indiscutible, pero cuando analizamos los pequeños motivos humanos de la apostasía o la mera debilidad como en las negaciones de San Pedro, nos topamos con el temor al PODER, concebido estrictamente en el sentido ya descripto. Aquí y ahora también el temor a la persecución, a la caída vertiginosa de la Iglesia y su falaz florecimiento, promocionado con toda desvergüenza por el clero hasta hace diez minutos, explican muchas actitudes, compromisos, pactos cato-masónicos-demonistas y agachadas públicas. “Vendrá un tiempo en que los hombres creerán en las fábulas”. (San  Pablo, 2 Timoteo 4, 3-4). Tal  cual, ni que lo hubiera visto.

            Precisamente el silencio oficial sobre las causas segundas, sobre las debilidades del compositum eclesiástico, son la mejor prueba de su importancia inmediata y la mejor recomendación para leer esta obra.

Planificación teológica

            Escuchemos a David Spangler, ardiente luciferino New Age de la Planetary Citizens y teólogo oficial de la super comunidad  acuariana  de Findhorn en Escocia; es  toda una autoridad mundial la que nos informa sobre la suerte que nos espera a los “tradicionalistas”, ortodoxos, fundamentalistas, etc., que no puedo transcribir por su extensión, pero vale  tener siempre presente: gracias  a la  reencarnación gnóstica seremos reabsorbidos en el los mundos interiores¸ en un planeta u otro nivel de la conciencia terrestre  “en donde  podrán permanecer o ser instruidos hasta cuando puedan nuevamente ser revestidos de un cuerpo físico… Poco importa por eso saber si tales personas deberán ser totalmente eliminadas de todo  plano terrestre o si prevalecerá este esquema” (p. 572).

            Menos mal que la New Age tendrá que “purificar con compasión la superficie del Nuevo Mundo”, pero los lectores de Gladius que  prefieran el caos serán, según Ruth Montgomery, “remitidos al espíritu para repensar sus comportamientos y la nueva raza iniciará una búsqueda tranquila y una elevación de los espíritus” (p. 572).

            Epiphanius es menos optimista: La AUTORIDAD de los Magos y el poder de la Banca se sacará la máscara de la tolerancia. El núcleo duro, durísimo, está aquí: la New Age como religión del  arcobaleno, arco iris, de la Contraiglesia, donde según el erudito masón Hutin, que está traducido, la Comunidad de los Magos “tendrá la misión de  elaborar la síntesis universal de las grandes religiones y de  los poderes dirigentes”; con un nuevo orden teocrático; habrá que absorber  a las masas conservadoras  mediante una rehabilitación, pero “quedará un resto. Un cierto número quedará como es. Se necesita sin embargo guiarlo ¿Cómo? Actuando de modo decisivo para privarlo de los propios medios de  inmunidad y de nocividad” con una jurisprudencia cambiante que proteja al  iluminado  frente al “profano civilmente incapaz”. La última cita, p. 579,  pertenece a una tenida blanca y abierta de la masonería francesa, un documento  público que fue bienvenido incluso por algunos católicos oficiales.

            Bueno, estamos oficialmente advertidos y notificados sobre el futuro y la presunta Civilización del Amor y sobre todo el modo como harán el amor con nosotros. Pocos están en condiciones de leer el libro de Epiphanius, sin embargo es un punto de partida indispensable hoy para ubicarnos en nuestra luna de miel con la masonería, la New Age, la posmodernidad y sobre todo con la estructura del Poder que rige buena parte del mundo y va por más.

Por Octavio A. Sequeiros

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