¿Por qué algunos abandonan la Iglesia?

 

 

4 comentarios sobre “¿Por qué algunos abandonan la Iglesia?

  • el enero 28, 2025 a las 8:51 pm
    Permalink

    El origen de esos males estan en los seminarios?

  • el febrero 15, 2025 a las 10:24 am
    Permalink

    Ahora paso a ver estos vídeos con este interesantísimo tema, y espero poder comentar algo. Ya he leído alguna carta pastoral del cardenal Guisasola, ya fallecido en 1920 sobre las causas de la incredulidad; a mí me parece que, al menos aquí en España, en los años 70, los sacerdotes tendrían que haber alertado más con respecto a los peligros mundanos, y haber puesto menos énfasis en tanto guitarreo en las Misas, de lo cual ya dijo Monseñor Yáñez, años después, que se hacía esto un poco fatigoso. Me imagino que el ambiente rural habrá quedado un poco más protegido en esos años (así como menos protegido los que cursaban estudios en las Universidades en el año 68). En definitiva, muchas de las personas del Baby boom en España (nacimiento muy numeroso de niños en los años 60), se fueron alejando de la Iglesia, con lo cual ya no transmitieron la religión a sus hijos y nietos. Menos mal que en España las sectas no han cuajado, ni cuajan, de forma numerosa, aunque sí se ha fomentado la mentalidad de la que siempre se han valido todos los promotores de errores, de querer hacer prevalecer el decantarse por atender las tentaciones desordenadas del ser humano, derivadas del pecado de Adán, en contra de una actuación recta guiada por el amor, fuente de la auténtica libertad.
    Es cierto que libros que hablen de la auténtica caridad, y todas sus exigencias, no son muy numerosos; pero ahora difícilmente se le podrá convencer a alguien con otra cosa. Y un muy peligroso ataque a la Iglesia sería la adulteración de su mensaje.

    Me he extendido, pero lo que urgentemente quería decir es pedir que se le hiciese llegar al Santo Padre, la recomendación de añadir a su tratamiento uno o dos ajos dientes de ajo crudo al día (cortado en trozos pequeños se echa en cualquier plato de comida), de lo cual hasta la OMS reconoce que puede tener propiedades antimicrobianas; y, también muy importante, no tomar ningún medicamento que no sea necesario o imprescindible.

  • el febrero 15, 2025 a las 11:01 am
    Permalink

    Y por supuesto que los Sacerdotes han seguido teniendo una oportunidad de oro para evangelizar tanto en funerales, Bautismo, Bodas, Primeras Comuniones, etc., pero desgraciadamente la falta de interés me parece patente y escandalosa. Y yo ya he oído, creo que a un Sacerdote, que lo fundamental para esto es la homilía. Y desde luego que no se puede juzgar, ya que el día del juicio final veremos quién ha sido más o menos responsable.
    Si alguien puede hacer llegar las recomendaciones de antes al Santo Padre se lo agradezco, ya que me temo que el correo postal sería más lento.

  • el febrero 15, 2025 a las 2:11 pm
    Permalink

    Muy interesante y me ha gustado mucho oír a Fray Rafael Rossi; como allí no puedo comentar, escribo aquí. A partir de su pregunta, padre, no creo que siempre exista un deseo imperioso. Puede haber una entrega generosa («quien pueda que lo haga»), que luego Dios va confirmando. Algunos sacerdotes pueden considerar al menos algunos casos de soltería como una preservación del matrimonio; no olvidemos que existen las causas segundas, pero que Dios gobierna el mundo. Y está claro que el celibato por Cristo, es, con respecto al matrimonio, no sólo algo mejor, sino que más feliz. Pero está claro que hay que vivir la caridad para poder vivirlo; de hecho los consejos evangélicos están para vivir la caridad con mayor facilidad. Yo creo que la mejor manera de discernir es siempre esforzándose en vivir la caridad en lo que a uno le corresponda en ese momento, y también tomar cualquier decisión desde la caridad, desde Dios, y para Dios.
    Pero si una chica quiere casarse y no encuentra con quién, podrá poner unos medios razonables para lo que pretende, si ve que esa es la Voluntad de Dios, pero si se obsesiona con ese resultado, esto ya tiene que avisar de que no lo quiere por seguir el plan de Dios para ella, sino que por sus particulares intereses, lo cual tiene que rectificar.
    No creo que sea bueno desanimar a alguien si quiere consagrarse, y yo creo que una vía sería el ayudarla a vivir mejor la caridad, con oración, Sacramentos, y buenas obras, con la gracia de Dios. Es cierto que a veces el separarse del mundo lo han practicado algunos santos, dado los peligros que tiene el mundo. Hay que verlo todo desde Dios, y precisamente, tal como está el mundo, el que es muy querido por el mundo, tiene más peligro. Como decía un Sacerdote: «Qué hubiera sido de mí si el mundo me hubiera querido para sí»; y no es que las circunstancias lo hagan todo, pero hay algunas que ayudan más que otras, aunque por supuesto que Dios a quien necesita en una determinada posición ya lo ayudará con la gracia necesaria.
    Por cierto que creo que del Antiguo Testamento, el profeta Jeremías creo que fue célibe. En tiempos de la Virgen María creo que esto no era frecuente porque esperaban al Mesías, creo.
    Padre, a ver si un día habla de cómo se conseguía la gracia en el Antiguo Testamento, por supuesto que contando con los méritos de Jesucristo en la Cruz. Si busca por guía de contemplativos, creo que salen varios vídeos.

Comentarios cerrados.

Page generated in 0,522 seconds. Stats plugin by www.blog.ca