Del conspiracionismo a la conspiración: el club de Bilderberg
Desde que Gary Allen y Larry Abraham publicaron, allá por 1971, el famoso “Nadie se atreve a llamarlo conspiración” hay quienes, en el mundo de la desinformación son calificados, de modo sistemático, con un mote, un apelativo, un sello indeleble que difícilmente pueda borrarse: el de “conspiracionista”.
¿Y qué es un conspiracionista?
Pues, simplemente, una persona que entiende ver complots, conjuras o maquinaciones por doquier, que, al parecer, están fuera de la realidad.
https://www.youtube.com/watch?v=A9CibXZDJ7g
Pero que haya conspiranoicos no significa que las conspiraciones no existan.
Lo que sí no se entiende es que, al día de hoy, ciertos periódicos medianamente serios, con años en el mercado de la información y hasta de extracción liberal, publiquen algunas noticias -antiguamente vedadas- como la aparecida hace unos días en el diario Perfil titulada “Bilderberg 2023: los dueños del mundo en una reunión secreta en Lisboa” y culminando con la siguiente frase:
“Así se dirige de facto al mundo, a la vista, pero ante el silencio de todos”.
Llamativo al menos.
Pues resulta que entre el 18 y el 21 de Mayo de 2022, líderes políticos mundiales, CEO’s de corporaciones como Microsoft y Google, banqueros, el secretario general de la OTAN, directivos de la CIA y un ya casi centenario Henry Kissinger, se han reunido en Portugal para llevar a cabo la 69º reunión del “Club Bilderberg”.
¿Y de qué va el grupo? Nacido en 1954 en el hotel del mismo nombre en Oosterbeek, Holanda fue fundado por el príncipe de los Países Bajos, el banquero David Rockefeller y el lobbista ligado al MI6 británico, Joseph Retinger.
Se trata, ni más ni menos de un selecto elenco de personajes (más importante que el Foro Económico Mundial de Davos), que tiene por fin planificar los lineamientos políticos y económicos del futuro. Y todo, ante un sepulcral silencio mediático.
Presidido por Victor Halberstadt, miembro de la Junta Asesora Internacional de Goldman Sachs y por Marie-Josée Kravis miembro del Consejo Asesor de la Reserva Federal de New York (cuyo esposo es miembro del Council on Foreign Relations y vicepresidente de la Universidad Rockefeller), el grupo propugna este tipo de encuentros que, año tras año, sirven para coordinar sus acciones estratégicas y diseñar narrativas con las que serán presentadas y legitimadas ante el público en general.
Marie-Josée Kravis con Lord Rothschild,
a cuya flia se atribuye la propiedad real del Grupo Bilderberg
Porque no sólo es necesario fabricar e imponer un producto, sino que también hay que saber “venderlo”.
Entre los integrantes de este exclusivo grupo confluyen desde directivos de corporaciones bancarias a líderes políticos, académicos, militares y de medios de comunicación (claro está). Pero no todos son habituées: hay quienes nunca dejan de ser invitados, manteniendo asistencia perfecta a lo largo de las últimas siete décadas, a saber, los encargados de los bancos globales, el alto mando de la OTAN y los servicios de inteligencia de la CIA y MI6.
Recién, en un escalón inferior se encontrarán grupos industriales, mediáticos y farmacéuticos, siendo, los de menor frecuencia en la asistencia, el rubro político y el académico.
-Eric Schmidt. Director ejecutivo de Google (2001-2011). Presidente de Alphabet desde 2015.
¿La razón? Sencilla: las corporaciones bancarias y los órganos de inteligencia funcionan normalmente con las mismas cabezas durante décadas, lo que permite estabilidad de procesos, no así las políticas, de suyo, cambiantes y variables pero que, al recibir el apoyo de diversas corporaciones, sabrá qué es lo que deben hacer en cada instante.
El caso de la edición “Bilderberg 2023”, a pesar de la nula cobertura mediática, resulta ser difícilmente ocultable hoy, en tiempos en que todo el mundo posee una cámara fotográfica las veinticuatro horas del día. En la presente reunión (en casi 70 años sólo se suspendió en 2020 y 2021 en razón del Covid), participan diversos personajes de 23 países.
Peter Thiel. Fundador de PayPal y Palantir Technologies. Miembro de la Junta Directiva de Facebook. Comité directivo de Bilderberg.
Albert Bourla, CEO y presidente de Pfizer.
Entre los más conocidos se incluyen a varios empresarios inmensamente influyentes, como Eric Schmidt, ex CEO e histórico ejecutivo de Google/Alphabet, Børge Brende, presidente del Foro de Davos, Albert Bourla, CEO de Pfizer, Satya Nadella, CEO de Microsoft; Sam Altman, CEO de OpenAI (desarrolladora de ChatGPT), Paul Achleitner, presidente de la junta del Deutsche Bank; además, los presidentes de Goldman Sachs International, del British Petroleum, de la petrolera Total Energies, el ex director general de Shell, la directora ejecutiva de Banco Santander, la editora en jefe de The Economist (propiedad de la banca Rothschild), la asesora de la Reserva Federal de los EEUU, Roberta Metsola.
Jens Stoltenberg. Secretario General de la OTAN
Entre los políticos se encuentra el secretario general de la OTAN, el presidente del Parlamento Europeo, el primer ministro de Holanda, la primera ministra de Finlandia, la de Dinamarca; Chrystia Freeland, la viceprimer ministra de Canadá, etc.
Thomas Leysen. Presidente del Banco belga KBC (miembro del Grupo Inter-Alpha). Comité directivo de Bilderberg.
Y, como ocurre en cada ocasión, el club elitista analiza las problemáticas estratégicas más acuciantes que preocupan al poder global que, según dicen, este año van desde la inteligencia artificial al sistema bancario, la transición energética, la política industrial y de comercio, las amenazas transnacionales y, aún más importantes (citamos), el “Liderazgo de EEUU”, “Ucrania”, “OTAN”, “Rusia”, “China”, e “India”, obviamente, temas relacionados con el actual conflicto bélico y de lucha por la hegemonía planetaria.
Lo cierto es que, en un mundo que se llena la boca hablando de democracia, las 130 personas que participan de este grupo selecto nunca atravesaron procesos electivos democráticos, a pesar de que, en la práctica, son sobre quienes recaen las decisiones estratégicas que luego repercutirán irremisiblemente en la realidad concreta del mundo.
Y, lo peor de todo, “a la vista, pero ante el silencio de todos”…
Que no te la cuenten
P. Javier Olivera Ravasi, SE
Fuentes: – Diario Perfil y Kontrainfo.com
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Hola, padre. No se puede ver el video en YouTube. ¿Lo subió a otra plataforma? Saludos cordiales.
Pues yo lo veo perfectamente. Pruebe con el enlace directo:https://www.youtube.com/watch?v=A9CibXZDJ7g
No tiene nada de siniestro.
Simplemente toda la farsa permite que Kissinger, que no es más que un exprofesor de Universidad que fue ministro de Asuntos Exteriores con Nixon, pueda llamar personalmente por teléfono a cualquiera de los «elegidos» (reunidos), su llamada sea pasada en el acto y el consejo seguido puntualmente (¿no se ha dignado el Gran Hombre en telefonearle personalmente? ¡Eso sí que es un HONOR!)
Como es normal, su influencia es mucho mayor con aquellos invitados que realmente no tienen tanto poder real (por ejemplo porque son políticos, sobre todo populistas, porque dependen de las elecciones). Entonces esos banqueros como los Rothschild, los del Banco Santander, el Presidente de British Petroleum (que incidentalmente depende su puesto de los grandes inversores que le han nombrado)…solo dan caché y hacen de cebo…
Naturalmente que es una manera también de saber como piensa el que acude a esas reuniones; pero cuando se acude a un sitio cuyo tema anual es X (esto es, no es neutral), ya sabe uno lo que esperan de él.
No se engañe, los grandes negocios y las grandes influencias no se hacen ahí; si a caso, salen de ahí:
como sucede en esos desayunos tan anglosajones del tipo «movers and shakers» en el que los que acuden no van precisamente a desayunar, sino a pasar su tarjeta de visita y recoger otras. Business.
¿»Democracia»?
Sí; porque la democracia es la triquiñuela que tienen los políticos para hacerse con el poder de reyes y nobles (y los comunistas, de propietarios y burgueses), porque solos no pueden ni pueden invocar para ello su soberbia, egoísmo y codicia.
Pero, como es natural, no se toman tanto interés para que tu o yo podamos decir lo que queremos (mucho menos qué impuestos pagar o no pagar)
Aun así la milonga es necesaria porque hay que legitimizar el poder de alguna manera para lograr la obediencia sin usar la fuerza y, después de la Revolución francesa y Darwin, ya no puede ser ni el Rey ni Dios.
Por eso las élites económicas gobiernan en realidad en secreto a través de logias y lobbies.
Recuerda que «democráticamente» les podemos incautar y robar sus propiedades, como ellos mismos hicieron con las del Estado, la Iglesia, municipios, hospitales, colegios y Universidades en nombre de la libertad, la igualdad y la fraternidad…
y tu no querrás eso de los «patriotas», ¿verdad?
Por eso, cuanto más tontos, más drogados, más alienados con la tv, más ausentes con el celular, más usemos de drogas…mejor. Así se ahorran ellos de darnos palos y nosotros, de recibirlos:
una relación «win-win» para ambas partes.
(aun así, puesto que estamos en un gobierno del Pueblo, por el Pueblo y para el Pueblo, exijámoslo. Sólo para hacerles rabiar, porque el resultado ya está cantado)
Lamentablemente, el sistema de este grupo es muy similar al utilizado por nuestra iglesia para proceder a elegir un Sumo Pontífice. Hermético, para unos pocos elegidos, que – luego – decidirán enlaces futuro de miles de millones.
Sin perjuicio de ello, creo que es la única forma de hacerlo – en ambos casos -, ya que de lo contrario, sería una anarquía absoluta.