Julio Meinvielle, publicista católico

Por el Pbro. Lic. Jorge Hidalgo

El 2 de agosto se cumplen 49 años del dies natalis del Padre Julio Meinvielle.

Uniéndonos al agradecido homenaje del Dr. Mario Caponnetto, hemos pensado dedicar este post al P. Julio como publicista católico, luego de nuestro artículo del año pasado, donde describimos al Padre como fundador del scoutismo católico en Argentina.

Según el testimonio de Fernando Estrada[1] (a quien le agradecemos calurosamente su colaboración en este post), «el P. Meinvielle ejerció el periodismo ya en sus primeros tiempos de sacerdote». Por esta razón «los responsables de la revista Criterio a principios de la década de 1930 pensaron en él como director». Dado «que la prensa escrita era el único vehículo para transmitir ideas y noticias», «no es extraño que… el Padre haya» realizado este apostolado, que fue tan «saludable» y bienhechor.

Sin considerar sus grandes obras, ya más conocidas por todos los lectores del Nacionalismo Argentino, según la edición de Dictio, del año 1974, editada por Jorge Castellani[2], el P. Meinvielle escribió en numerosas publicaciones católicas. Ellas son: La Fronda, La Nueva República, Azul y Blanco, Criterio, Arx, Ortodoxia, Itinerarium, Sapientia, Cruzada, Jauja, Universitas, Tiempo Político, Verbo y Cabildo. A este listado le agrega Caturelli[3] que el P. Julio escribió también en las revistas Estudios, Revista de Estudios Políticos, Estudios Teológicos y Filosóficos, Aquí y Ahora (reportaje) y Mikael. El apreciado Dr. Héctor Hernández (RIP) nos dijo hace algún tiempo[4] que también había editado un artículo en la revista Anfiteatro. Debemos agregar su publicación realizada en Sol y Luna, hasta lo que hemos podido rastrear hasta la fecha. Nos agrega el Dr. Antonio Caponnetto[5] que es muy probable que el P. Meinvielle haya escrito también en las revistas Ulises, La Tradición, Dinámica Social, El Príncipe y Junta Grande. Nos dice: «Por razones de oficio he consultado esas publicaciones, y hay notas que llevan el sello meinvielliano, aunque no necesariamente su nombre y apellido.» De modo semejante es muy probable que haya colaborado con la revista mexicana Réplica. Y nos concluye con estas palabras: «Son demasiados los contactos entre Meinvielle y los nacionalistas que hacían estas publicaciones, como para no pensar en que, en algún momento, se hayan cruzado las colaboraciones.»

Muchos de sus artículos fueron republicados posteriormente en algunas publicaciones ya citadas, tales como Verbo, Diálogo, Cabildo, Jauja, Restauración y Combate. Otros tantos de sus artículos fueron agregados como apéndices a las nuevas ediciones de sus obras.

Como si esto fuera poco, el P. Meinvielle fundó sus propias revistas, para difundir la sana doctrina. Fueron ellas: Nuestro Tiempo (desde el 30 de junio de 1944 al 25 de mayo de 1945), Balcón (desde junio de 1946 al 1 de noviembre de 1946), Presencia (con alternancias, desde Navidad de 1948 hasta el verano de 1966/1967) y Diálogo (desde primavera de 1954 hasta otoño e invierno de 1955).

Como nos recuerda Fernando Estrada, el cierre de la revista Balcón (n. 22) se debió al problema económico[6] «como una causa fundamental»: «de las suscripciones brotaban los ingresos, mientras que de la venta al público en kioscos el beneficio que se obtenía era poco más que la publicidad». La cantidad de clientes por suscripción era «relativamente alta», «circulaban en ambientes cultos y se hacían notar por sus contenidos y sus posiciones definidos». En dicha revista, escribió el Padre Julio: «Un número seleccionado de lectores, sobre todo jóvenes, nos ha seguido con significativo interés en todas las ciudades del país, de América Hispana, y también de España». Lo cual le hace concluir: «La Argentina –Corazón de América y brazo del futuro americano, como cantó Darío– afirmada en la plenitud de su ser histórico como baluarte contra el panamericanismo y el paneslavismo, y por consiguiente también, contra todo laicismo, sea de derecha o de izquierda; la Argentina, tal como la entroncó España en el árbol añoso de la civilización cristiana, he ahí la imagen señera de nuestra juventud.»

Sin duda, el amor por la verdad del P. Meinvielle le llevó no sólo a escribir y defender la verdad católica oportuna e inoportunamente, sino también a financiar y a editar sus propias publicaciones, para mejor servir a Cristo Rey, centro de la Cristiandad y de la Ciudad Católica. Esta predicación muchas veces fue realizada «solitariamente».[7] Como nos sigue diciendo Fernando Estrada: «Que el Padre se entregara con tantos bríos a la acción periodística se explica precisamente por sus propósitos de que la buena doctrina se difundiera sin deformaciones ni desmedro de su claridad.»

«En las primeras revistas del Padre Meinvielle –Nuestro Tiempo, Balcón y Presencia– no abundaban las traducciones de autores extranjeros; en Diálogo fueron pocas –además se publicaron solamente tres números– y algunas son debidas a personas amigas; tal vez las otras hayan sido pagas», nos concluye Fernando Estrada.

Muchos autores colaboraron con sus escritos en estas revistas. En otros casos se reeditaron textos de otro tiempo. Los escritores que colaboraron en Nuestro Tiempo fueron Héctor D. Mandrioni, Ernesto A. Sunblad, Máximo Etchecopar, Basilio Uribe, Alberto Ezcurra Medrano, Santiago de Estrada, Federico Ibarguren, Cide Hamete, Juan Oscar Ponferrada, Nicolás O. Derisi, Paul Claudel, Ricardo E. Molinari, Gustave Thibon, Jerónimo del Rey, R. P. Leonardo Castellani, Rubén Darío, Juan Miguel Bergalló Cirio, Emilio Llorens, Juan R. Sepich, Francisco L. Bernárdez, Roberto Ledesma, José A. Balseiro, Carlos Alberto Disandro, Héctor Bernardo, Francisco J. Vocos, Gastón Terán E., Tomás de Lara, R. M. E., Carlos Bertacchini, Marcelo Sánchez Sorondo, Louis Le Cardonnel, Pablo Hary (h.), Pedro A. Sáenz, Alberto Obligado Nazar, Gustavo Adolfo Sarría, Hércules Spaghi, César E. Pico, Ilka Krupkin, Miguel Reto, Shelley, J. T. Delos, E. Barreda Mercau, Ernesto Segura, Alberto Caprile (h.), M. E., Calderón, Alberto V. Tedin, N., N. N., R. C., Fray Mario Agustín Pinto, Din, Cl. E., Joannes Joergesen, Juan Vicente Viá, Autor incierto, V. P., Belisario, Hilario Fernández Long, José León Pagano (h.), Jorge Vocos Lescano, M. M., Armando Roa Rebolledo, M. A., Arturo Enrique Sampay, Enrique Miguel Peltzer, Horacio Schiavo, R. Martínez Espinosa, José María de Estrada, Ovis, Miguel Ángel Etcheverrigaray, Fray Mamerto Esquiú, Fray Reginaldo Garrigou-Lagrange, Luis Gorosito Heredia, Carlos de Jovellanos y Paseyro, Hugo Enrique Mendióroz, Antonio Vallejo, Mario Amadeo, Claudius, A. E. B., El Conde de Foxá, B. S., Spectator, Lope de Vega, J. A. García Martínez, Mentor, P. Mateo Liberatore, Carlos Obligado, D. D. T., H. A., Adan Esmit, C. M., Universitario, M. L., Sansoyo, Truly Yours y L. de Lumen. Colaboraron, además, con los dibujos y las viñetas Víctor Delhez, Guillerno Buitrago, José Bonomi, Juan Antonio Ballester Peña, José M. Cantilo y Juan Antonio y Francisco Fornieles.

La cantidad de material procedente de Argentina cada semana nos revela, de este modo, la calidad y la profundidad del Nacionalismo Argentino en la cosmovisión cristiana de la realidad de aquella época, pensamiento que hacía la diferencia respecto de otras Naciones, incluso europeas, observación que hemos escuchado repetidas veces al Dr. Sergio Castaño.

Hoy colocamos, por primera vez en la web, para que esté al alcance de todos, las revistas Nuestro Tiempo.[8] Esperemos que, prontamente, puedan subirse las restantes, por las cuales ha trabajado nuestro biografiado.

Sólo queremos aclarar que hay un error en la numeración de las revistas Nuestro Tiempo n. 14 y n. 23, teniendo ambas una repetición. Ese es el motivo por el cual no existen las revistas n. 15 y n. 24. Por ello, para distinguir ambas publicaciones, hemos colocado la fecha de todas las revistas.

Dado que no hemos podido conseguir entera la página 2 de la revista n. 14, del 29 de septiembre de 1944, y el primer escaneo de dicha hoja está incompleto, hemos preferido repetir la página al final de la revista, para que pueda leerse todo lo que allí está publicado.

No queremos concluir sin antes agradecer al Sr. Hernán Capizzano, del Instituto Zinny, y al Sr. Daniel González Céspedes, su valiosa colaboración para que hayamos podido realizar este trabajo. Vaya también nuestro agradecimiento para todos los escritores consultados en este breve texto.

Estamos convencidos que el mejor homenaje que podemos realizar al Padre Julio es el de conocer sus escritos, y difundir lo que él mismo ha editado, tanto lo que él escribió como lo que él financió.

Pbro. Lic. Jorge Hidalgo

N. 1 – 30 jun 1944

N. 2 – 7 jul 1944

N. 3 – 14 jul 1944

N. 4 – 21 jul 1944

N. 5 – 28 jul 1944

N. 6 – 4 ag 1944

N. 7 – 11 ag 1944

N. 8 – 16 ag. 1944

N. 9 – 25 ag 1944

N. 10 – 1 sept 1944

N. 11 – 8 sept 1944

N. 12 – 15 sept 1944

N. 13 – 22 sept 1944

N. 14 – 29 sept 1944

N. 14 – 6 oct 1944

N. 16 – 13 oct 1944

N. 17 – 20 oct 1944

N. 18 – 27 oct 1944

N. 19 – 3 nov 1944

N. 20 – 10 nov 1944

N. 21 – 17 nov 1944

N. 22 – 24 nov 1944

N. 23 – 1 dic 1944

N. 23 – 8 dic 1944

N. 25 – 15 dic 1944

N. 26 – 16 marzo 1945

N. 27 – 23 marzo 1945

N. 28 – 30 marzo 1945

N. 29 – 6 ab 1945

N. 30 – 20 abril 1945

N. 31 – 27 ab 1945

N. 32 – 4 mayo 1945

N. 33 – 11 mayo 1945

N. 34 – 18 mayo 1945

N. 35 – 25 mayo 1945

[1] Mail recibido del autor, el día 26 de julio de 2022. Cuando no se aclare otra cosa, los entrecomillados del siguiente artículo son palabras de Fernando Estrada.

[2] Meinvielle, J. (1974). Concepción Católica de la Política. Los tres pueblos bíblicos en su lucha por la dominación del mundo. El comunismo en La Argentina. Biblioteca del Pensamiento Nacionalista, t. III (p. 510). Buenos Aires: Ediciones Dictio.

[3] Caturelli, A. (2001). Histoira de la Filosofía en La Argentina. 1600-2000. (p. 1362-1363). Buenos Aires: Ciudad Argentina – Universidad del Salvador.

[4] Mail recibido del Dr. Hernández, el 30 de agosto de 2021.

[5] Comunicación telefónica del 30 de julio de 2022.

[6] «No creemos necesario explicar cuál sea la causa que nos obliga a esta decisión», escribió P. Meinvielle en un artículo firmado por la editorial. (Confiada esperanza. [1 de noviembre de 1946]. Balcón. 22, 1)

[7] Advertencia. [25 de mayo de 1945]. Nuestro Tiempo, 35, 76.

[8] Somos conscientes de que los escaneos de algunas páginas de las citadas revistas no son los mejores. Sin embargo, con buena voluntad, son todos legibles. Sepan disculpar quienes lean estos escritos por este medio nuestra impericia en los medios técnicos.

 


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Un comentario sobre “Julio Meinvielle, publicista católico

  • el agosto 2, 2022 a las 10:57 am
    Permalink

    Me encantó:
    “Lo cual le hace concluir: «La Argentina –Corazón de América y brazo del futuro americano, como cantó Darío– afirmada en la plenitud de su ser histórico como baluarte contra el panamericanismo y el paneslavismo, y por consiguiente también, contra todo laicismo, sea de derecha o de izquierda; la Argentina, tal como la entroncó España en el árbol añoso de la civilización cristiana, he ahí la imagen señera de nuestra juventud.»”

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