Historia de héroes para jóvenes. «Muere como un héroe». El asedio al Alcázar de Toledo
“Si veis caer mi caballo y mi bandera,
levantad primero la bandera”.
Frase grabada al pie de la estatua ecuestre en
el Alcázar de Toledo
Por Tomás Marini
Algunos años después de “la Cristiada”, como se llamó al levantamiento católico en México, el grito de “Viva Cristo Rey” se escuchó también por todos los rincones de España, cuando en el año 1936 se levantó en armas una parte del ejército español en África y por toda la Península, poniéndose a las órdenes del general Francisco Franco. Otros grupos militares como “La falange” o “el requeté carlista” se sumaron a la sublevación contra el gobierno comunista del Frente Popular. Estos títeres de la Unión Soviética, al igual que en México, llevaban adelante una muy violenta persecución contra la Iglesia, y al grito de “¡viva Rusia!” asesinaban sacerdotes, religiosos, religiosas y católicos fieles. Durante la guerra civil miles y miles de españoles prefirieron morir antes que renunciar a la Fe recibida de sus padres.
La guarnición militar de la ciudad de Toledo, más o menos 1.600 hombres, la mayoría soldados profesionales, mandada por el coronel don José Moscardó se sumó a la sublevación del general Franco. Pero no pudiendo hacerse con el control de la ciudad tuvo que refuguiarse junto a sus hombres y muchas de sus familias (unas 600 mujeres y niños), en la fortaleza situada en la parte más alta de la ciudad: “el Alcázar”.
No tardaron en llegar las fuerzas de milicias comunistas, socialistas y anarquistas venidas de la cercana capital, Madrid, que seguía en manos del gobierno.
Riiiiing, riiiiing, riiiiing… El teléfono sonó en el despacho del coronel Moscardó dentro del Alcázar. Los “rojos” habían intervenido las comunicaciones cuando comenzó el asedio unos días antes. No había duda de que eran ellos los que ahora llamaban. Por eso el secretario del coronel se sobresaltó al escucharlo y miró a su comandante esperando una orden. Don José, con los ojos cargados por la falta de sueño, pero prolijamente uniformado y afeitado, como buen militar, le ordenó atender. ¿Qué podían querer? Habían dejado más que claro que no estaban dispuestos a rendirse y que lucharían hasta el final. El soldado levantó el teléfono.
Era el Jefe de milicias y parecía muy irritado. Pidió hablar con el coronel Moscardó. Don José tomó la llamada:
— ¡¿Pero es que no van a rendirse?! —fue lo primero que preguntó alterado el comunista.
—Ya saben que no, y no me molesten con esas tonterías —contestó con firmeza el coronel.
Se escuchó una fuerte carcajada de varios hombres del otro lado de la línea, y es que los comunistas tenían un as bajo la manga con el que pensaban que el Alcázar estaría en sus manos para esa misma tarde. El miliciano volvió a hablar:
—Mire coronel, tengo aquí a su hijo, y si dentro de diez minutos no se rinden… ¡lo fusilo!
—¡Lo creo!
El comunista, furioso, creyendo que quizás Moscardó lo decía irónicamente o que no le había entendido, le dice:
—Y para que vea que es verdad, ahora se pone al aparato.
—Hola papá —era efectivamente la voz de Luis Moscardó.
—¿Qué hay, hijo mío?
—Nada, que dicen que me van a fusilar si el Alcázar no se rinde, pero no te preocupes por mí —respondió el joven serenamente.
—Si es cierto, encomienda tu alma a Dios, da un viva a Cristo Rey y a España y serás un héroe que muere por ella.
—Está bien papá, así lo haré.
—¡Adiós hijo mío, un beso muy fuerte!
—¡Adiós papá, un beso muy fuerte!
El miliciano volvió a ponerse al teléfono y antes que dijera nada, Moscardó le contesta :
—Puede ahorrarse el plazo que me ha dado, y fusilar a mi hijo, EL ALCÁZAR NO SE RENDIRÁ JAMÁS.
Al igual que don Alonso Pérez de Guzmán más de seiscientos años antes, otro español sacrificaba a su propio hijo, por el que estaba dispuesto a dar hasta la última gota de su sangre, para salvar el honor de sus hombres, de la España católica y cumplir con su deber. El Alcázar de Toledo no se rindió y fue liberado por las fuerzas del general Franco.[1]
Los comunistas cumplieron con su amenaza: pocas semanas después de la conversación, el joven Luis Moscardó fue fusilado en Toledo, confesado y con un ¡Viva España! en los labios, muriendo así como su padre le había mandado: como un héroe.
Tomás Marini
VOCABULARIO:
Ecuestre: dicho de una figura puesta a caballo.
Unión Soviética: Rusia comunista. La hoy desaparecida Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
Comunismo: movimiento y sistema político materialista y ateo desarrollado desde el siglo XIX, basado en la lucha de clases y en la supresión de la propiedad privada de los medios de producción. Sistema condenado por la Iglesia como “intrínsecamente perverso”. Responsable de alrededor de cien millones de muertos, mayoritariamente de los países y territorios que estuvieron bajo su dominio.
Alcázar: fortaleza militar.
Milicias: conjunto de voluntarios armados no pertenecientes al ejército regular.
Anarquistas: persona que sostiene el anarquismo, la supresión del Estado y de todo poder que limite la libertad individual.
Rojos: comunistas.
[1] Al ser liberado el castillo, Moscardó presentándose al general José Enrique Varela le dijo simplemente: “Sin novedad en el Alcázar”. ¡y lo decía parado sobre los escombros de la fortaleza, aun humeantes por las bombas, que era lo único que quedaba de ella!
Muy buena la historia. La conocía. Me imagino el desgarro que el coronel sintió por dentro.
Donde se adquieren estos libros de heroes para jovenes y los de la srta Prim..?
Aquí el de la Srta. Prim (sólo para Argentina): https://editorial.quenotelacuenten.org/productos/el-despertar-de-la-senorita-prim/
El otro aún no se editó
¡Qué valentía y qué ejemplo el de padre e hijo!, tal y como el otrora héroe de centurias anteriores, solo el amor a Dios y a la Patria puede semejantes proezas, que se repitan en estos tiempos!!
Inspirador.
Moriremos luchando, Señor.
Nos levantaremos o nos acostumbraremos.
«No seáis, hijos Míos, engañados por el padre de los mentirosos, y su decepción al levantar ejércitos que se reúnen bajo el estandarte del comunismo, ateísmo, satanismo, agnosticismo. Y mientras ellos trabajan día y noche para reunir los poderes y los arsenales para esclavizar a vuestra nación y al mundo, ¿qué hacéis vosotros? Sois como niños que van por los campos recogiendo margaritas, saltando alegremente, vais altamente por el camino de vuestras vidas – vuestras drogas y vuestro alcohol y vuestros sueños creados por falsos medios.” – Jesús, 2 de Abril, 1977
Lean los mensajes de Nuestra Señora de las Rosas (Bayside) y las Apariciones de Lipa.