La Revolución Francesa y los ahogamientos de Nantes
“Nuestros cuerpos serán tirados a las olas y nuestros nombres deshonrados.
Nuestro único honor en el mundo, es el de Nuestro Señor Jesucristo”
Canto vendeano
El drama del Loire al desnudo
Por la Hna. Marie de la Sagesse Sequeiros
Dos valientes
Generalmente relacionamos la Revolución Francesa con la guillotina, y está bien que así sea, por más que el invento jacobino no haya sido el único instrumento para “reducir la población” rebelde… aunque sí el más popular, aplicado en todo el territorio.
Sin embargo, hubo otros métodos de exterminio masivo empleados con relativo éxito, principalmente en la Vendée, como por ejemplo: los ahogamientos colectivos, los fusilamientos en masa y el envenenamiento de agua con arsénico. Claro está que, de estos horrores, nadie se quiere acordar y menos aun, conmemorar… salvo valientes excepciones como es el caso que hoy traemos a colación.
Daphné du Barry, de quien ya hemos hablado AQUÍ, nos ha sorprendido nuevamente en Francia con su escultura original y políticamente incorrecta. Esta vez inmortalizando los “ahogamientos de Nantes” efectuados en el Loire durante el Terror Revolucionario (1793-1794).
Aunque en realidad, el autor intelectual de la insólita obra fue el investigador Reynald Secher, quien encargó a la artista holandesa la realización de una escultura que clama al cielo: una familia de bandidos martirizada en las aguas del Loire. ¡Algo único en su especie! Jamás se habían representado en bronce los ahogamientos ordenados desde el Comité de Salud Pública por Robespierre y sus recalcitrantes jacobinos. Toda una osadía para los tiempos que corren en el arte y en la historiografía actual.
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Y a decir verdad, Daphné no se privó de nada, esculpiendo con un realismo cruento tres figuras desnudas en tamaño natural que luchan por su supervivencia hasta último momento. Inspirada sin duda en los testimonios y crónicas contemporáneas, la artista no quiso apartarse de los hechos históricos, representando el drama vendeano lo más fiel y bello posible; y con una intención bien clara: “Es necesario inmortalizar en el bronce actos heroicos e históricos, pues eso queda para nuestros hijos y nietos”.
Deportación vertical
En efecto, se sabe que, durante el invierno de 1794, más de 13.000 campesinos fueron hechos prisioneros por los republicanos luego de las derrotas de Le Mans y Savenay. En consecuencia, las cárceles de Nantes y alrededores se desbordaron con una enorme cantidad de gente, sin preverse lo mínimo y necesario para tantas “bocas inútiles”. Para peor, la gran mayoría de ellos eran ancianos, mujeres y niños que poco y nada podían hacer por su sustento diario, implicando un gasto de alimentación constante para el gobierno.
Pronto, las condiciones infrahumanas transformaron los calabozos en un foco de epidemia peligrosísimo; el tifus comenzó a propagarse no solo entre los detenidos, sino también entre los mismos guardias y soldados azules. La situación urgía y hubo que desembarazarse de ellos lo más pronto posible. Pero la guillotina era demasiado lenta y los fusilamientos muy caros -no había cartuchos para finiquitar a tantos-, por lo cual Jean-Baptiste Carrier, enviado de urgencia como procurador a Nantes, propuso al Comité de París los ahogamientos colectivos como solución final a tantos problemas.
Yendo directamente al grano, “el enviado del Terror” presentó la “deportación vertical” de los prisioneros como una novedad eficaz y barata: “Metemos a todos estos bribones en botes que luego se hunden hasta el fondo” (Sic!). Así de simple, rápido y económico. Cualquier vieja embarcación bastaba para convertirse en ataúd flotante donde podían encerrarse decenas de prisioneros atados; y cuando el barco estaba lejos de la orilla, se lo desfondaba a golpe de hacha. El asunto se solucionaba en cuestión de minutos, en medio de la oscuridad nocturna y del silencio cómplice de unos pocos.
Los ahogamientos de Nantes. Grabado de Joseph Aubert (1882)
Con aprobación del gobierno central, entre noviembre de 1793 y febrero de 1794, el Loire se convirtió en la “bañera nacional”, al decir de Carrier. La perversa práctica tuvo tanto éxito que se generalizó en varias ciudades ribereñas, incluso a plena luz del día, como en Angers, Ponts-de-Cé, Ancenis, Pellerin, Mauves y Savenay.
Como si fuera poco, se decretó que los bandidos debían financiar su propia muerte por tantos gastos ocasionados a la República, por lo cual se los despojaba de todas sus pertenencias -dinero, joyas, cabellera y ropa incluida-, antes que las caudalosas aguas del Loire se los tragasen vivos, tal como lo narra un testigo ocular: “Dos barcas cargadas de individuos se detuvieron en la Prairie-aux-Ducs. Allí junto con mis compañeros, hemos visto la carnicería más horrible que pueda imaginarse. Más de 800 personas de todas las edades y de ambos sexos fueron inhumanamente ahogadas (…). Si las embarcaciones no se hundían lo suficientemente rápido, se disparaba sobre los que estaban arriba de todos. Los gritos horribles de estas desgraciadas víctimas no hacían más que animar a sus verdugos. También observé que todos los que fueron ahogados esa noche fueron previamente despojados, quedando desnudos como mi mano. Las mujeres reclamaban en vano que les dejen sus camisolas; pero les fue rehusado. Sus ropas, joyas y pertenencias fueron la presa inmediata de sus verdugos. Asimismo, todo lo que les habían quitado, lo vendían a la mañana siguiente al mejor postor”.
En realidad fue peor el remedio que la enfermedad, pues al poco tiempo la putrefacción de los cadáveres ahogados contaminaron las aguas del Loire a tal punto que la policía local debió publicar otro decreto prohibiendo beber y cocinar con el agua del río.
Actualmente, se reconocen 4.800 víctimas, identificadas con nombre y apellido, entre ellos 148 sacerdotes, luego de arduos estudios publicados por Reynald Secher. Sin embargo, la cifra escalofriante debe ascender mucho más… hasta duplicarse inclusive, ya que la gran mayoría fue ahogada sin juicio previo, y menos aún… sentencia escrita.
Los ahogamientos de Nantes. Anónimo. S. XVIII. Museo de Historia de Nantes.
Del martirio a la gloria
Con seguridad los testimonios escalofriantes citados por Secher en su libro, Vendée du génocide au mémoricide. Ed. Cerf. Paris, 2011, inspiraron directamente a Daphné al momento de ponerse manos a la obra. Aunque, mejor dejémosla hablar a ella, pues tuvo la amabilidad de enviarnos las fotos con un párrafo escueto que lo dice todo: “La barca se hunde y la madre levanta a su hijo hacia el cielo con un movimiento de esperanza. Su marido intenta socorrerla al mismo tiempo que sostiene la Cruz salvadora”.
Una obra maestra que cualquier ignorante del arte puede “leer”, en un abrir y cerrar de ojos, derramando lágrimas de impotencia. Partiendo de abajo hacia arriba, la mirada artística se remonta en diagonal de la cruz al cielo o, mejor dicho, del martirio a la gloria.
En fin, no mucho más para agregar al bronce hecho martirio que, Dios mediante, será expuesto al público el 13 de mayo del corriente en La-Chapelle-Basse-Mer, al noreste de Nantes, fecha prevista para la inauguración del tan esperado “Memorial del genocidio de la Vendée”, que hemos adelantado aquí (https://www.quenotelacuenten.org/2020/10/28/el-ave-fenix-la-vendee-reynald-secher-el-despertar-de-un-indiferente/).
Esperamos ansiosos poder contemplarla con nuestros propios ojos para derramar lágrimas de súplica hacia estos mártires vendeanos ahogados dos veces en el olvido del genocidio y del memoricidio posterior. Pero resucitados bellamente de la mano de Daphné du Barry y del bolsillo valiente de Reynald Secher. A ellos, todo nuestro reconocimiento por ir a contra-corriente del arte y de la historia oficial.
Para que no te la cuenten,
Hna. Marie de la Sagesse Sequeiros, S.J.M.
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Triste y trágico, mas no es el pasado sino que es actualidad.
Las revoluciones satánicas siempre exigen sacrificios humanos.
Lo mismo va a suceder ahora con la revolución triunfante, el “Sínodo de laicos”.
A la reforma que se concrete, seguirán las persecuciones y surgirán los mártires de estos tiempos.
Todos estos sucesos que ni siquiera se estudian en los colegios católicos como debería ser, sumados a los siguientes y más recientes hasta llegar a nuestros días, muestran como el ser humano sin un freno moral que tenga su fundamento en Dios es capaz de las peores aberraciones contra sus propios congéneres.
Tal vez todos estos sucesos acaecidos en los últimos trescientos o cuatrocientos años, con toda su crudeza, deberían ser transmitidos a las siguientes generaciones para que puedan estar alerta de lo que es capaz de hacer el ser humano cuando actúa como una bestia, con perdón de las bestias, y no solamente hablar del holocausto judío en Alemania
Francia -y esa Francia- lejana, y en gran parte desconocida, en geografía e historia, es miembro «activo» de nuestra, la, familia cristiana, y estamos cada vez más cerca de ellos.
Gracias por ayudarnos a identificarnos !
Naturalmente los ilustrados no solo exterminaron a los franceses en Nantes.
Entre otros muchos casos están los llamados «mártires de los pontones de Rochefort
en que inocentes fueron apresados en barcos para ser exterminados en la Guayana por las enfermedades tropicales, solo que, por el bloqueo inglés, no abandonaron el puerto.
De los más de 800 encerrados sin ningún derecho humano, solo sobrevivieron tras un año de condiciones espantosas 285. De entre los mártires, fueron beatificados por Juan Pablo II tres hermanos de las Escuelas Cristianas: los beatos Roger, Uldaric y Leon.
En Lion los ilustrados prefirieron exterminar a la población a cañonazos.
En Marsella, estos ilustrados bienhechores de la humanidad tampoco dejaron un buen recuerdo gracias precisamente a las matanzas de ciudadanos inocentes.
No hay nada como una buena excusa, como la libertad, la igualdad y la fraternidad de las victimas para robar y asesinar sin freno.
Parece que la humanidad en vez de avanzar, retrocede. Singularmente cuando, como se ve en estos casos, se olvida de Dios.
Es que para que seamos libres, iguales y fraternos es absolutamente necesario que los ilustrados asesinen en masa a los católicos mientras les roban dejándoles literalmente «desnudos».
«algo malo habrán hecho», dirán con razón, como «creer en Dios y no filosofar como ilustrados (lo peor de lo peor)
Sí; la Revolucion Parisina es para los masones el acontecimiento más importante de la historia de la humanidad. Para ellos, naturalmente, no para sus millones de víctimas. Y eso mismo, como les la favorecido tanto, es lo que intentan imponer a sangre y fuego sobre los demás Pueblos.
Ni los hunos o los mongoles han sido más sanguinarios.
Seguramente porque no asesinaban y robaban en nombre de la libertad, la igualdad y la fraternidad de esos asesinos sin piedad tan ilustrados.
Hay tantas cosas que no sabía de la revolución francesa. En el colegio me la pintaron como algo bueno y necesario para que se dieran las ramas del poder público. Gracias por contarnos la historia de lo que verdaderamente ha sucedido en el mundo. La que me contaron fue muy diferente.
La Revolucion «Francesa» (en realidad parisina; luego la extendieron a sangre y fuego por Francia, porque los franceses no la querían), además de arruinar el pais durante veinte años fue tan horrible que unos ochenta años después, cuando durante la guerra franco-prusiana cae prisionero entero el gobierno imperial y se apodera de París el gobierno revolucionario de la Comuna (la commune = el ayuntamiento), los franceses insisten una y otra vez a los prusianos que vayan a Paris y masacren a los revolucionarios.
Lo que sucede con la(s) Revolucion(es) «Francesa»(s) (hubo varias una detrás de otra hasta la lógica y deseada dictadura de Napoleón, que trajo paz y orden, necesarios para poder vivir día a día) es que se convirtió en el mito fundacional del Estado Francés gobernado en secreto por las logias; para las cuales, como es natural, es el acontecimiento más importante de la humanidad y como tal lo celebran todos los años.
Por eso la masonería es republicana (no admite reyes católicos), pero no es de ninguna manera democrática; porque para esta organización de ilustrados supremacistas racistas, el voto de un ilustrado nunca puede valer igual al de un campesino (el 90% de la población en la época) o al voto de un indígena, por ejemplo.
El que la Revolucion francesa fuese innecesaria lo prueba el hecho de que no hubo nada similar en Inglaterra. Es más, los ilustrados ingleses reaccionaron con horror a las noticias que vinieron de Francia (esto es, a donde llevan realmente sus filosofías ilustradas) y el tradicional anticatolicismo de los anglicanos se transformó en simpatía hacia los católicos refugiados que huían del terror ilustrado de Francia y Bélgica.
Por cierto, los famosos «derechos humanos» (des-sacralizacion o laicizacion de mandamientos cristianos), otro mito masonico falso, no fueron declarados en Inglaterra y los ilustrados ingleses no iban por ahí asesinando y robando a sus conciudadanos no ilustrados en nombre de la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad, como hicieron a varios cientos de miles en Francia y en muy poco tiempo.
No es de extrañar que el mito «liberador» de la Revolucion Francesa era lo que tenían en la cabeza los revolucionarios comunistas rusos y camboyanos cuando intentaron con relativo éxito exterminar a parte de sus conciudadanos para crear un «hombre nuevo» sin los vicios del «hombre viejo» (otra sangrienta estupidez de Rousseau que ha creado escuela)
Cuando la Verdad y la Belleza nos manifiestan lo que Es. Gracias por compartirlo. Valiosa categorización la de «memoricidio»
Interesante información. Qué bueno que se difundan estos temas históricos y se conozca la maldad de estos «revolucionarios» que hablaban de libertad, igualdad y sin embargo no respetaron la libertad de los que no pensaban como ellos.
Vivo en Nantes, y si he visto ese cuadro en el museo pero no tenia idea que tenía esa carga histórica religiosa.
Hna.Marie de la Sagesse, gracias por compartir este hecho histórico, que muchos desconocíamos en contra de nuestra Fe Católica, y que en el “Curriculum Oficial” nunca se menciona cuando se trata de la Revolución Francesa, solo se habla de libertad e igualdad pero nunca se especifica a costa de que.
Muy digno de inmortalizar a todos estos Héroes Católicos que demostraron, hasta el final, su Fe inquebrantable hacia Dios Nuestro Señor.
Muchas gracias y Bendiciones.