¿Qué es una ideología? Conversando con un experto: José Ramón Ayllón
José Ramón Ayllón es licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de Oviedo. Especialista Universitario en Bioética por la Universidad de Valladolid. Coordinador editorial de Nueva Revista. Ha sido profesor de Antropología Filosófica y Ética en la Universidad de Montevideo y en la Universidad de Navarra. Ha escrito las biografías «El hombre que fue Chesterton» y diversos ensayos, a saber, «El mundo de las ideologías», «10 ateos cambian de autobús», «Las raíces de Europa» y «Desfile de modelos» (finalista en el premio Anagrama de ensayo).
Entre sus novelas: «Querido Bruto», «Etty en los barracones», «Otoño azul» y «Vigo es Vivaldi».
En la presente entrevista conversaremos acerca del origen y la esencia de las IDEOLOGÍAS para,
Que no te la cuenten…
P. Javier Olivera Ravasi, SE
Una ideología es una construcción filosófica que defiende unos intereses determinados y que sirve de banderin de enganche y ariete de ataque políticos.
No existe en la realidad. Es una construcción artificial. Lo cual no es ni bueno ni malo, siempre y cuando no se olvide que es falso y que se hace para un tiempo y lugar muy determinado (porque los intereses de esas personas son siempre temporales, hijos del tiempo y del lugar )
Mientras se tome como lo que es, una fabricación humana utilitaria, es casi necesaria; como el plan de negocios del que quiere poner el negocio.
Como los planes de negocio, absolutamente necesarios, no tiene por que cumplirse, porque una cosa es la realidad y otra cosa muy diferente nuestros deseos (wild dreams)
Aquí es donde empiezan los problemas:
Elevar a la ideología al nivel de una verdad absoluta; lo que conlleva forzar a la gente a hacer lo que no quiere hacer y alguien ha pensado que deben hacer. En cuanto estas construcciones humanas se convierten en verdades absolutas con vida propia, automáticamente aparecen los guardianes de esa «verdad» (personas que obtienen poder y sumisión sobre los demás porque tienen los derechos de propiedad o uso de estas construcciones mentales). Y naturalmente acaban atrayendo gente que busca poder (propio) y sangre (de otros) con cualquier excusa.
Y esta es la razón por la que se convierten en el monstruo de Frankenstein: Son un útil muy efectivo para dominar a los demás; e incluso para asesinarlas «por su bien», como hemos visto con el jacobinismo, el nacional-socialismo y el comunismo…
Unas construcciones mentales de filósofos que tienen la virtud de que la gente deje de pensar y, muchas veces, se dediquen a morir o matar.
Sí; esta plaga de la humanidad de los filósofos, «ilustrados» y demás malajustados que son incapaces de ganarse la vida como las personas psicológicamente sanas y se dedican con mucha soberbia a hacerle la vida imposible a los demás.
Como no viven en el mundo real, sino en su cabeza, y sus únicas vivencias reales son lo que leen en los libros, como a don Alonso Quijano, se les han secado los sesos de tato leer y poco pensar; y acaban viendo gigantes donde solo hay molinos de viento y Dulcineas donde solo hay fregonas de fondas.
Los philosophes han acabado sustituyendo la religión verdadera por la suya laica falsa, lo cual dice mucho y muy mal de la humanidad pazguata que les obedece sin pensar, a pesar de que los resultados son una y otra vez horrorosos
(el comunista roussoniano confeso de Pol-Pot asesinó a un tercio de su propio pueblo en los llamados «campos de la muerte» de Camboya para crear el «hombre nuevo» roussoniano. El mismo alto y humanitario objetivo que otro ferviente roussoniano con libre acceso a la guillotina, el demagogo Robespierre)
?Como podemos salvarnos de esta cruel plaga de la humanidad?
Evidentemente con la religión verdadera.
Pero todo lo que sea alejarse de la realidad crea pesadillas de las que es muy difícil escapar (vivo). Se impone ser práctico y precavido.
Además de que creer que puede haber cielo en la tierra (justificación para no trabajar y asesinar para robar con una «buena causa») es un engañabobos que cuesta muy caro.
La próxima vez que vea usted a uno de estos asesinos en potencia, le recomiendo que haga la «prueba del espejo».
Como es bien sabido, los vampiros no se pueden reflejar en el espejo (además de que huyen de los ajos)
La próxima vez que se encuentre con uno de estos ideologos, muéstrele un espejo.
Si su fabulosa idea no se refleja en el espejo de la realidad y el sentido común, huya de ella como del coronavirus chino.
Si durante el paseo ve que hay uno de estos ideologos sanguinarios que mira fijamente la billetera de usted, reaccione como el sheriff bueno, desenfunde su crucifijo y apunte diciendo con voz potente (no se olvide de la ristra de ajos):
«vade retro, Satana!»
(los detentebalas son también muy efectivos, pero menos espectaculares)
Comparto la clara y simple aclaración respecto de los ideólogos empecinados en jurar verdad de lo que no es más, que una errónea comprensión de la vida cuyo interés es exclusivamente propio, sin valor trascendente más que para que su errónea concepción de la vida y, si lo es para sus intereses. Son planteos erróneos sólo válidos a sus intereses.
Creo que comprendo mejor ahora al Comunismo y los demas fanaticos que
solo ven y actuan con esa filosofia. Peligroso acercarse a ellos. Valioso ejemplo del
espejo. Gracias
Muy interesante entrevista.
Si está claro que muchas veces estas ideologías son enarbolados por quienes desean sus cuotas de poder. Lo anterior pasa porque estos personajes tienen un afán desmedido en hacerle la vida a los demás imponiendo sus desvaríos
Muchas gracias por presentar al Profesor José Ramón Ayllón, es una lastima que en Perú no podamos encontrar tales referentes para orientarnos sobre todo como padres orientar a nuestros Hijos; de todas formas muchas gracias.