Kelsen y los políticos «católicos»
“La causa de la democracia resulta desesperada si se basa en la idea de que sea posible el conocimiento de la verdad absoluta, de la comprensión de valores absolutos. […]
Por tanto, el relativismo es la cosmovisión que la democracia asume”
(Hans Kelsen, Esencia y valor de la democracia).
El nombre de “Hans Kelsen” quizás no diga mucho al común de los mortales, pero a quienes han pasado por una facultad de derecho, seguro que sí.
Austríaco, protestante y filósofo del derecho, se exilió en USA después del advenimiento “democrático” del nacional-socialismo, para convertirse, luego, en el mayor representante del positivismo jurídico moderno (una corriente filosófica del nominalismo). Su obra principal es la Teoría Pura del Derecho donde afirma, entre otras cosas, que la validez de las normas depende del gobernante y del modo de dictarlas; no de su contenido; es decir: una ley es “justa” siempre y cuando haya sido bien sancionada.
Para hablar en criollo: si una norma es dictada “como Dios manda”, hay que obedecer. Punto.
- “¿Y si es injusta?”.
¡Es ley! Punto. A apechugar…
– “¿Y si fuese una ley de los nazis?” (porque los nazis siempre son los malos ¿vio?).
El mismo Kelsen se enfrentó ante esta disyuntiva teniendo que aceptar inicialmente la “legalidad” de las leyes alemanas para, luego, crear un nuevo principio (el de “efectividad”) para gambetearlo.
Es decir: “estos son mis principios, pero si no les gustan, tengo estos otros”, como decía Groucho.
– “¿Pero a qué viene todo esto?”.
A que en Argentina, hace apenas unos días, surgió el caso de una pobre niña de 12 años, violada y con seis meses de embarazo. Marxistas y liberales exigían el aborto “porque estaba planteado por la ley”; los otros, es decir, los que aún no se han lobotomizado, exigían aplicar el sentido común y salvar ambas vidas.
¿Cómo terminó la cosa? Salomónicamente.
– “¿La cortaron al medio?”.
No. Los médicos practicaron una cesárea y se sacaron el problema de encima o, más bien, le tiraron el problema al bebé que ahora debe sobrevivir.
– “En fin… Un caso más de aberrancia”- dirán.
No. El tema es más profundo. En nuestra “clase política” hay un “habitus” incluso entre muchos dirigentes católicos que entienden que, cuando una ley es “ley” (al estilo kelseniano) deben respetarla y hacerla respetar. Y esto lo aprenden en colegios católicos y hasta en universidades católicas.
Enrique Avogadro, Ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, ante un Cristo «pastel»
Si no, veamos un botón de muestra (habría miles) en el caso del senador “católico” Esteban Bullrich, integrante del partido oficial (progres y liberales que comen con cubiertos):
“El aborto está autorizado por violación desde 1927. Nosotros estamos en desacuerdo en legalizar el aborto, que es otra cosa, pero hay causales que ya están contempladas en la ley” (…). “La ley autoriza el aborto por violación, entonces sí, tendría que haber ocurrido” – dijo el senador.
Pero pensemos bien: quizás se perdió la clase de catecismo donde se enseñaba que “la autoridad sólo se ejerce legítimamente si busca el bien común del grupo en cuestión y si, para alcanzarlo, emplea medios moralmente lícitos. Si los dirigentes proclamasen leyes injustas o tomasen medidas contrarias al orden moral, estas disposiciones no pueden obligar en conciencia” (Catecismo nro. 1903).
Aunque no extraña demasiado pues otros integrantes del gobierno, habiendo ido a colegios «católicos» (como el caso del presidente Macri y Enrique Avogadro, al John H. Newman) parecen haberse perdido también las clases de catecismo.
* * *
Sea como fuere, o hay que volver a predicar y machacar con la legítima desobediencia a las leyes injustas.
O hay que dinamitar -en sentido figurado- varios colegios «católicos».
Que no te la cuenten…
P. Javier Olivera Ravasi, SE
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Para dinamitar colegios católicos en Argentina tenemos varios o muchos padre. Ya no quedan colegios que enseñen la Verdad, sólo algún lustre del pasado. Me pasa con el colegio secundario que asistí que ya es relativista. y la congregación fue fundada por un mártir de la guerra civil española!!!
Dinamitar?
Pero si hasta los más «católicos» hablan de ‘educacion sexual si, ideologías de género no’ y no se dan cuenta que ambos son iguales de malos. Uno le explica que tampoco se debe enseñar educación sexual y te miran con cara de no sé que….
Es como dice usted, machacar nuevamente con el catecismo de SS Pío X.
Primero de todo habría que advertir que el Código Penal de 1921, no 27, no «autoriza» el aborto en caso de violación, sino que establece lo que se llama en derecho penal una excusa absolutoria, lo cual significa que el hecho continúa siendo un delito gravísimo, pero que en determinados casos -que debe juzgar la justicia «ex post facto» y nunca «ante facto»- no se aplica la pena correspondiente. Segundo de todo, que la Corte, el fallo FAL, no es como dicen por ahí los periodistas y su congéneres los demás ignorantes «la intérprete de la Constitución» y en consecuencia, sus fallos se aplican a cualquier caso. La Corte es tan intérprete de la Constitución como cualquier juez de 1ª instancia, pues así lo establece la propia Constitución. Luego, el fallo «FAL» no obliga más que a las partes en el juicio en que se dictó, pero nada vale como regla general. El intérprete auténtico de una ley es el órgano autorizado a dictarla; caso de la Constitución, su intérprete auténtico es la Convención Nacional Constituyente.
Es decir: todo este asunto está fundado en equívocos, medias verdades y alevosas mentiras que una sociedad arruinada por la insensatez general y la prevaricación de sus autoridades -gobernantes, obispos, sacerdotes, padres de familia a veces- no es capaz de sacudirse por sí misma.
Muy bueno si artículo Padre!….voy por la segunda opción! !💣
«Dinamitar algunas escuelas católicas». Asistí a una escuela católica menos que mediocre. Años después, las monjas profesoras que eran «leídas y escribidas» se hicieron ultra progres. Las otras siguieron o siguen vegetando. Lo que sé se lo debo a mi familia.
Mis hijos fueron a excelentes escuelas católicas. Mis nietos (los más chicos) asisten o (los más grandes) asistieron también a excelentes escuelas católicas.
Pienso que hay, hubo y habrá de todo en la viña del Señor. Pero el asunto principal está, me parece, en la «bajada de línea» de la Jerarquía que al estar «colegiada» no deja que se escuchen algunos mitrados individualmente que pudieran influir para bien. Porque sigue habiendo, pese a todo, algunas buenas testas bajo las mitras.
Bullrich es tan alto como necio. ¿No le enseñaron que es necesario obedecer a Dios ante que a los hombres? ¿No entendió todavía que el Decálogo está infinitamente por encima de cualquier ley humana y ni decir del mamarracho conocido como Fallo Fal?
Estimado P. Javier,
Estuve tratando de escuchar los audios de E. Diaz Araujo, pero dice que los archivos han sido eliminados. Se puede solucionar? Muchas gracias.
Veré qué pasa
hay algunos colegios que no merece el sentido figurado de «hay que dinamitar» , en verdad los hay que dinamitar,
Yo fui al mismo colegio católico que Macri, y estoy totalmente en contra del aborto. Leo esta página asiduamente y rezo mis oraciones. Soy obediente a mi Iglesia, única y Santa. No creo que el colegio sea la causa de las elecciones de cada funcionario más bien la educación de la casa familiar. Que influye el colegio, si influye. Pero no determina. Creo que hacer la cuestión del colegio al que fue cada uno un asunto matemático es un error de apreciación. De cualquier colegio salen hombres de todo tipo. Salen Santos y salen no tanto y otros peores. Más cautela por favor. Fui al Newman y con orgullo. Saludos, excelente la página. Abrazo en Cristo
Estimado: el tema no es tal o cual colegio. Ud. me está dando la razón: los colegios católicos ya no forman católicos, sino las familias o las comunidades. Entonces, si aquéllos no los forman, ¿no será mejor que dejen de llamarse así? Dios lo guarde. PJOR
Los colegios católicos, hasta los «ortodoxos», asumieron sin reservas la estructura de enseñanza iluminista, enciclopedista y liberal. Que tiene muchos aspectos cuestionables. Dudo mucho que haya buenas escuelas católicas, a lo sumo los que tienen buenos padres, sacarán provecho de algunas cuestiones bien enseñadas. Pero perderán, también, mucho tiempo.
Tal vez esta estructura contenidista -en la que «aprendés» las partes de una celula pero no sabés lo que es una mariposa, o memorizás la tabla periódica de elementos que nunca viste- PUEDE servir para ciertos temperamentos (seguro a los flemáticos), pero a otros les puede hacer mucho daño.
A eso le sumamos que la educación es obligatorio y cóctel filicida. Los que están para otra cosa o no tienen padres que los formen, los hacen sufrir repitiendo cincuenta veces. Y los que están para un poco más o cuyos padres le dieron una mejor preparación, pierden el tiempo a rolete. La tiranía de la igualdad.
A Macri no sabe persignarse…¿o no lo dejan?…