Leído para Ud.: La Misteriosa Aparición de los Más Aptos. Reseña a un libro de D. Axe

Reseña de la obra de Douglas Axe, Undeniable: How Biology Confirms Our Intuition That Life Is Designed, New York: HarperOne, 2016, 304 pages,

Por Enrique de Zwart

 

Desde la más tierna niñez todos colijan que la vida ha sido planeada por alguien ‒hasta que son convencidos de lo contrario por una cultura saturada de materialismo. El biólogo molecular Douglas Axe nos muestra porque esa intuición inicial nunca estuvo equivocada.

El fuerte del Dr. Axe es plegamiento de proteínas y teoría de probabilidades. Y con estas dos herramientas como base Axe le da al lector de a pie una guía de uso de su propia capacidad para detectar cuando algo ha sido planeado, o sea cuando algo no pudo haber ocurrido por azar, sin dejarse encandilar por cual sea la moda naturalista en boga.

Esa sana intuición que todos tenemos que nos dice que algo increíblemente complejo no es y nunca puede ser resultado de procesos aleatorios. Nadie acepta esto último en el día a día cotidiano, pero años de propaganda, y de veto a la competencia, han hecho su efecto y muchos han aceptado por defecto lo que no tiene sentido. Pero para su desgracia, los guardianes del discurso darwinista convencional están defendiendo un gigante con pies de barro.

El autor no cree en la evolución neo-darwinista moderna, ya que esta “no puede ser defendida tan clara y convincentemente como puede ser refutada”. El gran defecto del evolucionismo es que

 “asigna poder inventivo solo a la selección natural. Pero la selección puede solamente hacer una diferencia en la aptitud de una invención luego de que dicha invención exista, no puede realmente inventar.” [97]

Y de ahí el sarcasmo en el título de este artículo. Desde el momento en que la selección natural comienza a favorecer una invención, algo que no es la selección es responsable de la invención. Nada evoluciona a menos que ya exista, y la vida existente no pudo meramente evolucionar de lo que no es vivo. [86]

El libro hace uso de muy buenas analogías que ayudan a dilucidar las cortinas de humo esparcidas por los evolucionistas. Siendo la “sopa oracular” una de sus favoritas, este caldo revela instrucciones para armar los más complejos aparatos cada vez que se destapa la olla. Nuestro sentido común suena la alarma, ya que esta milagrosa sopa va contra nuestra “intuición de diseño”. No aceptamos las leyes físicas y el azar como explicaciones para tamaño resultado. Esta “sopa oracular” sin duda apunta jocosamente a la elusiva «sopa primordial» de la cual habría surgido, conjeturan los darwinistas, la primera forma «simple” de vida.

Cuando vemos algo que funciona que solo se originó al combinar muchas partes de modo determinado, nos resulta imposible no atribuir estas invenciones a una acción con propósito, y esto opone nuestra intuición a la narración evolucionaria. [87]

La improbabilidad de que las letras de la “sopa oracular” se conviertan en largas secuencias funcionales (oraciones, párrafos) por accidente es obvia. La misma intuición, la intuición de diseño, se aplica a las secuencias funcionales creadas a partir de cualquier tipo de caracteres, desde los ceros y unos de códigos computacionales a los jeroglíficos de la Piedra Rosetta. A nivel molecular hay dos ejemplos principales: secuencias de genes y secuencias de proteínas.

Plegamiento

Axe se concentra en las proteínas y su vital importancia para la vida. Todos hemos escuchado a cerca de ellas, pero probablemente no tenemos idea de cuan complejas son. Y cuan complejo es el llamado plegamiento (formación) tridimensional de las proteínas.

Las proteínas son moléculas formadas por aminoácidos. Estos son a las proteínas lo que las letras a las palabras. En total hay veinte aminoácidos. Las formas 3D de las proteínas están definidas por una larga secuencia de aminoácidos. La información para que la célula cree y pliegue las proteínas se encuentra en los genes. Pero el ADN está formado solo por cuatro tipos de caracteres (nucleótidos). Por lo tanto, se necesita un código para que las células traduzcan secuencias de cuatro en secuencias de veinte. La vida tiene tal código, el código genético, que se descubrió a fines de los años sesenta. Lo que no se sabe es cómo las diversas formas de vida adquirieron estos genes, es decir la información para generar y para plegar las proteínas. [30]

Plegamiento de una proteína. Fuente: Universidad de Illinois, Urbana-Champaign.

El bioquímico Michael Denton estimó[1] que no más de 1040 (1 seguido de 40 ceros) proteínas podrían haber existido en la Tierra desde su formación. Es decir que procesos al azar serían incapaces de encontrar nuevas proteínas funcionales si sus secuencias de aminoácidos fueran más raras que aproximadamente una en 1040. Axe calculó que la probabilidad de formación aleatoria de una proteína funcional de tamaño medio es una en 1074. Es decir, astronómicamente improbable que surgiera de modo aleatorio. [57]

Pero al menos las proteínas evolucionan ¿no?

Es un desafío monumental explicar cómo las proteínas, con sus exquisitas funciones, podrían haber aparecido por accidente (mutación y selección). Sin embargo, un desafío menos extremo es explicar cómo las mutaciones y la selección podrían haber producido variaciones funcionales en los pliegues de proteínas existentes. [81]

Para investigar esta hipótesis Axe y sus colegas agarraron el toro por las astas. Trabajaron con dos enzimas sorprendentemente similares, pero funcionalmente distintas (una enzima es una proteína que realizan una transformación química). La Enzima A (Kbl) y la B (BioF). ¿Sería posible que la enzima A adquiera la función de la enzima B en un período de tiempo de miles de millones de años? Si la selección natural realmente logró que una ameba se convertirse en una ballena en menos tiempo, creando muchas nuevas proteínas en el camino, esto debería ser un paso simple en comparación.

Pero después de probar cuidadosamente las mutaciones que probablemente causasen este cambio funcional, concluyeron que no es factible. Luego utilizaron la fuerza bruta, probando varios millones de mutaciones aleatorias, buscando cualquier posibilidad evolutiva que pudiera haberse pasado por alto, no se encontró nada. [81-83] Para aquellos con ganas de leer los detalles, consulte las referencias en las notas al pie[2],[3].

Enzimas BioF (izquierda) y Kbl (derecha). ¿Puede una evolucionar de la otra? No. Fuente nota a pie 2

Ningún evolucionista cuestionó la conclusión del estudio. ¿Cómo puede alguien creer que la selección natural es incapaz de una transformación tan pequeña a la vez que mantiene que logró tantos cambios gigantescos? Los evolucionistas adujeron que la selección natural es víctima de su propio éxito. Tan eficaz para adaptar el organismo a sus entornos que se llegó al final del camino: criaturas tan buenas en ser lo que son, que ya no pueden sufrir cambios evolutivos. Que ingeniosos estos evolucionistas ¿no?

¿Qué podemos comprar con la selección natural y las mutaciones al azar?

Axe construyó una enzima mutante para estudiar concretamente qué se puede conseguir con la selección natural. Hay un gen que protege a las bacterias de la penicilina al codificar una enzima que inactiva la penicilina, llamada beta-lactamasa. El gen fue mutado en laboratorio al punto que la enzima resultante apenas funcionaba. Esta enzima apenas funcional permitió que las bacterias sobrevivieran a dosis muy bajas de penicilina, pero cualquier dosis superior era letal.

En la etapa siguiente Axe y sus colegas le dieron carta blanca a la selección natural, creando muchas variantes mutacionales del gen codificante y permitiendo que la selección elija cuáles funcionan mejor. Después de seis rondas de mutación y selección, el resultado fue una enzima bien reparada. [104] Bajo estos puntos de partida favorables, la selección natural puede enfocarse en la aptitud para llegar a una función mejor afinada que la inicial. Fue efectiva, pero esto no es nada que se parezca a una invención. A fin de realizar las mejoras, a la selección natural se le asignó un gen que ya codificaba una enzima beta-lactamasa en funcionamiento, que no es poca cosa.

Para probar la capacidad de selección para inventar se realizó un experimento similar, pero con una disrupción mayor. El gen codificador sufrió la eliminación de 108 bases de ADN, cuya pérdida impidió la formación del lugar donde se produce la inactivación química de la penicilina. Una buena noticia para las bacterias es que la penicilina es una molécula frágil que se descompone en cuestión de días u horas, y algunas reacciones químicas simples pueden inactivarla incluso sin una enzima. Pero las bacterias ni siquiera pueden permitirse ese tiempo porque tienen una vida más corta. Bajo estas condiciones, todo lo que se necesitaba era que una célula lograse una pequeña mejora de la tendencia natural de la penicilina a descomponerse. De todos los genes mutante ninguno logró codificar una proteína que brinde una protección similar a la beta-lactamasa. A menos que se le suministre una enzima ya (al menos parcialmente) funcionando, el trabajo de afinación de la selección natural es inútil. [107]

Hay casos peores. La selección puede enfocarse en el objetivo equivocado. Mas aún, como el caso de las bacterias con un gen defectuoso que codifica la enzima necesaria para producir el aminoácido triptófano. La selección natural puede quemar todos los puentes hacia el objetivo correcto e «involucionar» en lugar de «evolucionar», lo que lleva a la inactivación irreversible del gen defectuoso, en lugar su reparación. Mas detalles se pueden encontrar en las referencias al pie[4],[5],[6]. [108-109]

En suma, la selección natural no es inútil, pero es inútil para inventar. Nada evoluciona a menos que ya exista. Podría explicar porque hay pelirrojos y morochos; pero no porque hay lagartos y ballenas. Mucho menos como surgieron tales criaturas. Es decir, podría explicar la micro evolución, pero no la macro, como observamos cuando reseñamos en este mismo foro la obra de Michael Behe.

TEMΔ (derecha), una proteína mutante producida al eliminar 36 aminoácidos de la beta-lactamasa. Las esferas oscuras muestran una molécula inhibidora unida en la zona donde normalmente se conecta la ampicilina. Fuente nota a pie 4.

Coherencia funcional

Axe elabora en detalle lo que llama “coherencia funcional”, que implica siempre una planificación jerárquica, y siempre es el producto del diseño. Demuestra cuan fantásticamente improbable es que procesos aleatorios en conjunto con la selección natural produzcan cualquier cosa funcional, como las proteínas. [136-155]

La coherencia funcional hace que la invención accidental sea fantásticamente improbable y por lo tanto físicamente imposible. [160]

Pero lo que es inaccesible para la ciega selección natural no lo es cuando hay visión y propósito. Detrás de todo siempre está el rol del conocimiento en el proceso de invención. A nivel lenguaje la coherencia funcional comienza con los caracteres del alfabeto, el siguiente nivel son las palabras (ortografía), luego las frases que expresan una idea (gramática), y más altos niveles jerárquicos pueden alcanzarse dependiendo de la complejidad de lo que se deba transmitir. [144]

Lo mismo puede aplicarse a imágenes y esculturas. Mount Rushmore no fue esculpido por el viento y la lluvia. La coherencia funcional jerárquica es el resultado de la intuición y la perspicacia humana. Y es deliberada. No ocurre por procesos aleatorios. La intuición de diseño nos dice que “si hace falta conocimiento para llevar a cabo cierta tarea, esta puede llevarse a cabo solo por alguien que tenga dicho conocimiento”.

Mount Rushmore. Fuente: Wikipedia.

En otras palabras, cuando hay mucha información, no hay manera de que los procesos aleatorios puedan haberla producido. Ciertamente, los procesos aleatorios pueden alterar información preexistente, y a veces pueden alterarla para mejor, como ya hemos visto. Sin embargo, dichos procesos aleatorios nunca podrían haber producido la proteína original. La imposibilidad de la invención accidental es la raíz del problema.

La coherencia funcional puede alcanzar niveles de complejidad asombrosos en todas las formas vivas. Varios casos son detallados por Axe. El sistema visual de mamíferos tiene aproximadamente diez niveles funcionales. Incluye características maravillosas tales como la proteína rodopsina, que contiene una sola molécula de la vitamina A. Cuando esta absorbe un fotón del color correcto, cambia de forma, causando que toda la rodopsina cambie de forma. Esto inicia una reacción en cadena que culmina en las señales neuronales que se perciben como luz. Esta reacción en cadena es activada por un solo fotón, pero el sistema de procesamiento visual filtra la señal para suprimir la percepción de luz a menos que ocurran varios eventos de absorción en poco tiempo en la misma región de la retina. Para los seres humanos es necesario una docena de fotones para que la luz sea percibida, mientras que los gatos y los búhos pueden ver la luz con apenas algunos pocos fotones. [177]

Una rama de la coherencia funcional del sistema visual de los mamiferos. Circulos negros indican el componente en cada nivel que se expande en el nivel inferior. Cada circulo no expandido esconde otra rama similar. Figura adaptada del libro.

Nos hubiera gustado que Axe desarrollara más otras cuestiones. Por ejemplo, las llamadas cicatrices retrovirales y las supuestas estructuras vestigiales, que han estado en la discusión con los evolucionistas en los últimos años. Pero será para la próxima vez.

En retirada

Axe describe varias retiradas, tácticas o estratégicas, que los darwinistas han estado realizando en los últimos años. Mencionaremos dos de ellas. Ya en 1904 el botanista holandés Hugo de Vries identificó la deficiencia innovativa del darwinismo:

La selección natural puede explicar la supervivencia de los más aptos, pero no la aparición de los más aptos.

A pesar de los enormes adelantos en décadas subsecuentes (e.g. el ADN), los biólogos evolucionistas Walter Fontana y Leo Buss reconocieron en 1994 el enorme agujero en la teoría evolucionista:

La estructura formal de la teoría evolucionista se basa en la dinámica de alelos [i.e. variantes génicas], individuos y poblaciones. Como tal, la teoría debe asumir la existencia previa de estas entidades.

Están admitiendo que la teoría evolutiva moderna no explica realmente el origen de nuevas especies o incluso el origen de nuevos genes. ¿Por qué algunos científicos se pueden dar el lujo de tamaña franqueza mientras que otros son censurados o excomulgados? Todo depende de si el crítico es visto como un aliado de la causa mayor. Se puede decir lo que se quiera, siempre y cuando la lealtad al materialismo científico se mantenga intacta. En otras palabras, Darwin está equivocado, pero aun creemos que la vida es el resultado de la química ciega, así que todo está bajo control.

La mejor manera de hacerlo es proponer algo diferente para llenar el agujero, que es la estrategia que Fontana y Buss siguieron para evitar ser quemados en la hoguera. Sus propuestas no tuvieron mucho éxito. Recientemente, en 2014, el biólogo evolucionista Andreas Wagner reconoció que el darwinismo no tiene ni idea cómo explicar la aparición de los más aptos.

En 2007 el prominente biólogo evolucionista Eugene Konin dijo llanamente que el origen de la primera célula es «un rompecabezas que destroza el pensamiento evolucionista convencional.» Después de cometer tal herejía, estaba obligado a decir algo más. Y así fue como se lanzó la idea del multiverso para evitar el problema de la improbabilidad fantástica. ¿De qué se trata este último verso? Hay un conjunto infinito de universos, y somos afortunados de justo estar en aquel donde la vida apareció por casualidad al azar. Hay que tener cara de piedra para decir estas cosas en público.

A gozar de la vida (versión darwinista)

Los darwinistas tienen el hábito de minimizar las gigantescas improbabilidades de su narrativa naturalista.  Pero de a poco inclusive ateos honestos, como el filósofo Thomas Nagel, rechazan de plano la idea de que moléculas inertes de alguna manera resultaran en la primera forma «simple” de vida, y esta llevara a los seres humanos.

No todos los ateos son tan honestos. La desconexión entre la ideología darwinista y un verdadero entendimiento de la vida fue puesta en evidencia cuando el propagandista Richard Dawkins patrocinó anuncios en autobuses con el mensaje «Probablemente no hay Dios. Dejá de preocuparte y disfrutá de tu vida.» ¿Ves? Sos un mero subproducto sin propósito supurado de un estanque pretérito, pronto a volver a los productos químicos sin vida que eructaron a tus antepasados, así que… a disfrutar de tu vida. Lógica darwinista para usted.

Dawkins tratando de convencernos de que probablemente no hay Dios. Pero a no preocuparse, a gozar de la vida. Foto GTRES

Los evolucionistas del molde de Dawkins califican de pseudociencia a todo lo que huela a diseño inteligente. ¿Pero acaso no califica el mismo darwinismo como pseudociencia? Vamos a los hechos, al decir de Fred Reed:

Se nos dice que la vida surgió por casualidad en los océanos primitivos. ¿sabemos de qué consistieron esos océanos? No. ¿Sabemos de qué habrían tenido que consistir esos océanos para llevar a la vida? No. ¿Sabemos que es lo que habría evolucionado? No. ¿Se ha replicado en laboratorios la aparición al azar de la vida? No. ¿Se ha construido en laboratorios un complejo químico de metabolización y reproducción que demuestre que podría ser posible? No. ¿Puede la aparición al azar de la vida ser demostrada matemáticamente probable? No. ¿Puede el darwinismo explicar la existencia de estructuras irreduciblemente complejas? No. ¿Soporta a Darwin el registro fósil, particularmente del Ediacárico y del Cámbrico? No.

El darwinismo fue una sugestiva idea metafísica formada cuando no se sabía casi nada sobre el tema, e impuesto por sus partidarios a pesar de una carencia casi total de evidencia. ¿Qué es pseudociencia sino algo que se cree intensamente sin apoyo experimental o de observaciones?

Comisarios enojados tapando el sol con el dedo

Muchos investigadores altamente acreditados tienen dudas sobre el darwinismo doctrinario. Pero no todos lo expresan en público conociendo como actúa el aparato represor darwinista. El caso del doctor Richard Sternberg es notorio. Investigador del Smithsonian’s National Museum of Natural History, cometió el error de autorizar la publicación de un artículo “anti-evolucionista” en Proceedings of the Biological Society of Washington una revista del Smithsonian. El artículo en cuestión discutía la posibilidad de diseño inteligente como explicación a los aspectos del darwinismo no explicables por la teoría convencional. Sternberg fue acosado, ninguneado, obligado a renunciar, acusado de pseudociencia, y sus publicaciones bloqueadas.

Otro artículo reciente[7] describiendo la arquitectura de la mano humana como «el diseño apropiado por el Creador para realizar una multitud de tareas diarias de una manera confortable» fue retraído dos meses después de la publicación. No por los autores sino por la revista, y no por ningún error técnico, sino debido a cierta «preocupación por el fundamento científico, la presentación y el lenguaje.”

Por otro lado, diatribas contra el “creacionismo” reciben luz verde para ser impresas. Un doble standard que requiere un esfuerzo sostenido por parte de los comisarios evolucionistas.

La furia neo-darwinista es delatora. Si los darwinistas pudieran probar que los muchos proponentes altamente acreditados del diseño inteligente están equivocados, lo harían, y se acabaría todo. Si pudieran demostrar sus propias proposiciones correctas, lo harían, y se terminaría la discusión. Pero no pueden (o ya lo habrían hecho).

Desafortunadamente para el darwinismo, año tras año el registro fósil se vuelve más incompleto, lo que falta no es un par de eslabones sino la totalidad de la cadena. A medida que la biología molecular avanza, el fracaso en la búsqueda de una serie de acontecimientos aleatorios que puedan producir vida conduce cada vez más convincentemente a una simple conclusión: no existe ninguno.

…Que no te la cuenten.

Enrique de Zwart

[1] Michael Denton, Evolution: A Theory in Crisis. London, Burnett Books, 1985

[2] Gauger AK, Axe DD (2011) The evolutionary accessibility of new enzyme functions: a case study from the biotin pathway. BIO-Complexity 2011(1):1-17. doi:10.5048/BIO-C.2011.1

[3] Reeves MA, Gauger AK, Axe DD (2014) Enzyme families—Shared evolutionary history or shared design? A study of the GABA-aminotransferase family. BIO-Complexity 2014 (4):1−16. doi:10.5048/BIO-C.2014.4.

[4] Axe DD, Gauger AK (2015) Model and laboratory demonstrations that evolutionary optimization works well only if preceded by invention—Selection itself is not inventive. BIO-Complexity 2015 (2):1–13. doi:10.5048/BIO-C.2015.2.

[5] Axe, DD (2004) Estimating the Prevalence of Protein Sequences Adopting Functional Enzyme Folds. Journal of Molecular Biology, 341 (5), 1295-1315

[6] Gauger AK, Ebnet S, Fahey PF, Seelke R (2010) Reductive evolution can prevent populations from taking simple adaptive paths to high fitness. BIO-Complexity 2010(2):1-9. doi:10.5048/BIO-C.2010.2

[7] Liu, M.J et al. 2016. Biomechanical Characteristics of Hand Coordination in Grasping Activities of Daily Living. PLoS One 11, 1. https://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0146193

8 comentarios sobre “Leído para Ud.: La Misteriosa Aparición de los Más Aptos. Reseña a un libro de D. Axe

  • el noviembre 1, 2018 a las 3:12 pm
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    Excelente reseña!!!

  • el noviembre 1, 2018 a las 3:12 pm
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    Hay un documental muy interesante sobre evolucionismo y creacionismo, donde se explica que en el período precámbrico solo existía una vida muy primitiva, celular, mientras que en el cámbrico aparecieron las especies, muchas de las cuales son tal como la conocemos ahora; ejemplos un murciélago de 50 millones de años igual a los de la actualidad y un tiburón de 150 millones de años que no ha cambiado; lo que no pueden explicar los científicos es este salto, es que de repente aparecieran las especies. También explican muy bien fundamentados que no existe hasta la actualidad una sola prueba que demuestre el evolucionismo, cuando si fuera correcta esta teoría tendría que haber millones de huesos o restos de animales en proceso de cambio que la confirmen, así como se encuentran dinosaurios, etc.; mientras que la teoría creacionista hasta ahora tiene más sustento en esa aparición repentina, sin explicación hasta la fecha, de los vertebrados. Y es evidente el manejo político del tema, como muchos otros, el cambio climático por ejemplo.

  • el noviembre 1, 2018 a las 4:44 pm
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    ¡Muy claro y útil! Sabemos que el FIN no justifica los medios. Pero cuando el FIN es malo, como en el caso de la «teoría de la Evolución», pensada desde sus orígenes para negar la Creación por parte de Dios, es decir para negarle el crédito a quien merece toda nuestra gratitud, cabe esperar que los MEDIOS sean sospechosos y francamente malos e inconsistentes. El artículo reseña investigaciones actuales que muestran las grandes falencias del evolucionismo, que se ocultan o niegan pues no apareció ninguna otra «explicación» naturalista que intente explicar el origen de la vida en general y del hombre en particular, y admitirlo es reconocer que la explicación más plausible involucra al Creador. Paley y muchos otros teóricos del Diseño Inteligente tienen razón.

  • el noviembre 1, 2018 a las 5:22 pm
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    Excelente reseña y bastante exhaustiva de la obra de Douglas Axe, Undeniable: How Biology Confirms Our Intuition That Life Is Designed.
    Cómo poder conseguir el libro? Está bueno no sólo para leerlo, sino también para regalar a los médicos, que los forman con estas. a lo sumo hipótesis, nunca confirmadas y que jamás podrán serlo. Con la ilusoria referencia a millones de años, quieren justificar algo tan poco probable. Y lo insólito es la falta de sentido común, porque todos comprobamos en el día a día que de los perros nacen perros; de los gatos, gatos, de los hombres, hombres. Y creen esta teórica que en el fondo sólo busca demostrar que Dios no existe. Qué sorpresa se encontrarán al final de sus vidas. Pobres necios.
    También, en la actualidad, en realidad comienza a fines del siglo pasado, una exelente teoría antievolucionista es la Teoría del Diseño Inteligente (Intelligent Design) . Recientemente asistí a una disertación en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNCuyo y está excelentemente fundamentada y refuta cada postulado del evolucionismo.

  • el noviembre 3, 2018 a las 8:17 pm
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    Gracias, excelente aporte para defender nuestra fe con base en la ciencia.

Comentarios cerrados.

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