Revista “Diálogo” (primera época) online
Entre la primavera del año 1954 y el otoño de 1955, surgió en la Argentina la Revista “Diálogo”, dirigida por el Pbro. Julio Meinvielle.
Lo que iba a ser una revista que abarcaría largos años, terminaron siendo sólo tres números hoy casi inhallables, donde participaron personajes de la talla de Régis Jolivet, Victor Frankl, Christopher Hollis, Julio Irazusta, Sciacca, Guardini o Albert Frank-Duquesne, entre otros.
A nuestro juicio y con las distancias salvables que deberían sortearse, aquella Diálogo, tuvo su correlato en Argentina con la revista Mikael y -más lejanamente- con la actual revista Gladius.
Les dejo el propósito inicial y, más abajo, el índice de las publicaciones con los links para poder descargar. Prosit.
Que no te la cuenten…
P. Javier Olivera Ravasi
Propósito
“DIÁLOGO publicación trimestral del Colegio de Estudios Universitarios de Buenos Aires, quiere ser una revista de jerarquía intelectual, abierta a las más diversas corrientes de pensamiento y en la que los escritores más significativos de nuestro tiempo traten con autoridad los diversos temas que traducen la inquietud en que vive el hombre contemporáneo.
Haciendo honor a su nombre, DIÁLOGO alienta el propósito de que sus páginas sean un lugar de encuentro y de intercambio de quienes, situados en diversos campos de la actividad intelectual,
sienten la preocupación de encontrar la fórmula vital que devuelva al hombre de hoy su verdad. Por ello se propone como objetivo primero el estudio de los problemas actuales en lo que éstos tienen de propiamente humano. La filosofía en sus diversas ramas, y particularmente en antropología y filosofía de la historia, la sociología, la economía, la filología y la religión ocuparán el primer plano de su atención.
Los más diversos colaboradores habrán de tratar estos temas con independencia de criterio y sin otra limitación que la impuesta por las exigencias de un saber auténtico y responsable.
DIÁLOGO, con espíritu de gran cordialidad, abre sus puertas a todos los escritores, en la seguridad de que un común amor a la verdad, habrá de presidir en todo momento el intercambio de las diferentes perspectivas.
Aunque DIÁLOGO garantice realmente a sus colaboradores la más amplia libertad, estimulando el cotejo y confrontación de las opiniones ponderables más diversas, no ha de renunciar por ello a sostener su propia convicción y a expresarla con claridad y firmeza. DIÁLOGO tiene la persuasión de que la tragedia del hombre contemporáneo radica en el divorcio existente entre su cultura —la así llamada cultura moderna— y las fuentes religiosas auténticas y, en consecuencia, de que sólo restableciendo la referencia de la totalidad de su vida con el Dios vivo del mensaje cristiano, puede el hombre encontrar su forma de equilibrio y de paz.
En hallar el punto de conjugación de dicha cultura y de ese mensaje —supuesto que ello sea posible y en la medida en que lo sea— pone DIÁLOGO su tarea propia y peculiar”.
Índice de los tres números
Diálogo 1
Julio Meinvielle: De la aceptación del comunismo, en virtud del sentido de la historia
Hans Urs von Balthasar: ¿Psicología de los santos?
Régis Jolivet: La evolución de la fenomenología: de la conciencia a la existencia
Viktor E. Frankl: Dimensiones del existir humano
Julio Irazusta: Mis conversaciones con Santayana
Eduard Spranger-. La educación para la humanidad
Michele Federico Sciacca: Laicismo, catolicismo y la nueva misión de Europa
Guillermo de Torre-. Lo puro y lo tendencioso en el arte
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Diálogo 2
Domingo Renaudière de Paulis: Iglesia temporal e Iglesia eterna
Anton Hilckmann: La filosofía de la historia como ciencia inductiva
Héctor E. Ciocchini: Itinerario de Rimbaud
Charles Moeller: Malraux y el arte
Romano Guardini: Consideraciones sobre el problema del cinematógrafo
Juan Carlos García Santillán: Kafka, poeta de la eternidad
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Diálogo 3
Michael Schmaus: Teología de la cultura
Albert Frank-Duquesne: Rahab, la cortesana, ascendiente de Cristo
Alberto Wagner de Reyna: Síntesis de mi pensamiento
Carlos A. Disandro: El sentido de la “Humanitas”
Ángel J. Battistessa: Paul Claudel en una de sus odas
Christopher Hollis: Evelyn Waugh
Alberto Falcionelli: Las turbias aguas moscovitas
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Si no recuerdo mal, la revista dejó de publicarse porque al Padre le clausuraron el Colegio de Estudios Universitarios y no pudo iniciar el segundo ciclo lectivo del año ’55. Ésta fue una iniciativa genial de Meinvielle, lamentablemente malograda, donde logró juntar a lo mejor que la Argentina podía ofrecer en aquel momento (por ej., Borges dictaba «Literatura Inglesa»).
O, tal vez, como contaba Máximo Etchecopar, cada vez que Meinvielle se enojaba con sus redactores, cerraba la revista («Nuestro Tiempo», «Balcón», «Presencia» 1ª época, «Diálogo», «Presencia» 2ª época) y luego iniciaba otra con otra gente.
Felicitaciones Padre. La tarea que ud hace digitalizando este material es digna de encomio. Siga así, para que no nos la cuenten.
Querido Padre Olivera, muchas gracias por su labor. Es una bocanada de aire fresco en los infames tiempos que nos ha tocado vivir.
Muchas gracias Padre!!
Muy bueno ..
El Padre Domingo Renaudiere fue un gran Sacerdote Dominicano y capellán en la guerra justa de Malvinas!!! Muchas gracias por sus publicaciones!!!