¿Qué sabemos del diluvio? (6 y último)

11.   Líneas medias (puede ver el artículo completo AQUÍ)

Siendo los extremos “creacionista literal” y “científico uniformista” tan opuestos e incompatibles entre sí, no es sorprendente que hayan surgido puntos medios basados en interpretaciones parcialmente figurativas de ciertos pasajes del Génesis y su proyección a eventos naturales y descubrimientos científicos.

11.1.   Diluvio geográficamente confinado

Se argumenta que la traducción en los textos originales de la palabra “tierra” en pasajes como “y estuvo lloviendo sobre la tierra…” (Gén. 7,12), “…se alzó sobre la tierra” (Gén. 7,18), etc., puede ser interpretada como Tierra o tierra. Es decir podría hacer referencia tanto al planeta Tierra, como a la tierra o región de los acontecimientos[1]. En ésta línea ciertos geólogos sostienen que el diluvio existió y fue de magnitudes catastróficas, pero confinado geográficamente.

W. Ryan y W. Pitman, de la Universidad de Columbia se refieren a la inundación del Mar Negro, que durante la última era glacial pudo haber sido un lago de agua dulce con un nivel considerablemente más bajo que ahora. Al terminar la era glacial, con el aumento del nivel de los océanos, la estrecha franja de tierra que lo separaba del mar Mediterráneo se habría erosionado causando una inundación catastrófica en toda la cuenca del mar Negro, que habría aumentado su nivel e inundado grandes extensiones de superficie en tal vez unas pocas semanas. Existen pruebas convincentes de que esta inundación del Mar Negro ocurrió, pero que sean estos recuerdos lo que dio origen a las historias del diluvio de Noé es más difícil de probar[2].

En la misma línea, el geólogo W. Sanford propuso que el Golfo Pérsico se inundó de modo abrupto luego de la última era glacial pudiendo dar origen a las historias diluvianas. Una barrera arcillosa natural en el actual Estrecho de Ormuz habría mantenido temporariamente las aguas fuera, pero con el constante aumento del nivel del mar la presa se habría roto y el Golfo llenado en cuestión de meses.

Otras hipótesis ven a las inundaciones del diluvio como un tsunami mediterráneo producido por el estallido del volcán Etna en la ribera oriental de Sicilia. Recientes estudios sugieren que esto ocurrió alrededor del año 6000 a.C. y causó un enorme tsunami que dejó su marca en varios lugares del mar Mediterráneo oriental, por ejemplo, en el asentamiento de Atlit Yam (Israel), hoy día bajo el nivel del mar, el cual fue abandonado repentinamente alrededor de esa época.

Finalmente von Schwartz conjeturó que un mar interior en la actual Mongolia a unos 1600m sobre la planicie aral-caspia circundante y de tamaño similar al Mediterráneo, se desfondó debido a un terremoto y volcó 3 millones de km3 de agua en la región del Cáucaso y norte de Persia. La inundación se habría drenado a través del Mar Negro y el Mediterráneo[3].

11.2.   Diluvio global pero parcial

Están los que sugieren que el diluvio fue global, pero no sumergió toda la tierra. Un ejemplo de esto es la teoría de W.B. Masse quien propone una gran inundación debido al impacto de un cometa en el océano índico alrededor del 2800 a.C. Las consecuencias de un impacto de estas características serían suficientemente horribles para hacer la descripción bíblica precisa aunque figurativa, ya no serían tan graves como para destruir toda la vida fuera del arca.

11.3.   Interpretaciones temporales

No hay indicios que hubo dinosaurios en el arca de Noé, por lo que se deduce que estos grandes reptiles murieron antes del diluvio, o no hubo lugar para ellos en el arca. No hay referencia directa y clara a ellos en la Biblia. En el quinto día de la creación se menciona que Dios creó “grandes monstruos marinos” (Gén. 1, 21) un término que podría englobar a cierto tipo de dinosaurios. El libro de Job tiene referencias a un bestia denominada “behemot” (Job, 40, 10) y a un “leviatán” (Job, 40, 20). En general no hay sustento más para pensar que los dinosaurios caminaban sobre la tierra en la época de Noé. Tampoco hay pinturas de ellos en las cuevas paleolíticas, aunque si se pueden ver algunos mamuts y otros mamíferos ahora extintos.

         Esto da lugar a otro tipo de interpretación temporal, a saber que si bien desde Adán en adelante los años descriptos en la Biblia se pueden tomar literalmente, los siete días de la creación fueron siete edades de larga duración. Los dinosaurios creados antes que el hombre, habrían muerto también antes de la aparición de Adán. Recientes estudios astrofísicos[4],[5], [6], [7] independientes de los métodos de datación radioactiva, apuntan a que la edad del sol y ciertas estrellas es de miles de millones de años. Ergo no es descabellado pensar que la edad de la tierra sea de millones de años (aunque no sepamos exactamente cuántos millones). Algunos de estos estudios se fundan en el color y la luminosidad de las estrellas. Otros en mediciones de la llamada radiación de fondo de microondas (en inglés: cosmic microwave background o CMB), un supuesto remanente del Big Bang, la gran explosión que habría originado el cosmos. A su turno dichas mediciones se usan para calibrar modelos cosmológicos basados en la teoría del Big Bang que estiman la edad, la densidad, y la expansión del universo, entre otros parámetros. No es el propósito de este ensayo discutir la edad del universo, pero más allá de lo interesante de estos cálculos debemos recordar que están basados en modelos matemáticos e hipótesis todavía no corroboradas como los conceptos de materia oscura (dark matter) y energía oscura (dark energy). Extensas investigaciones de partículas de materia oscura hasta ahora no han hallado nada concreto; la energía oscura parece ser casi imposible de detectar en laboratorio, y su valor es anormalmente bajo comparado con las predicciones teóricas. Más aún, el modelo predice solo las grandes escalas espaciales, pero a escalas más pequeñas que las galaxias no funciona para nada bien[8].

 

12.   Preguntas sin respuesta

Antes de concluir esbozaremos otros puntos en este misterio que son aún más difíciles de enmarcar

2.1.   Escalas de tiempo arqueológicas

¿Hay indicios que liguen las sociedades ante y postdiluvianas del Génesis a descubrimientos arqueológicos modernos?

         El Génesis identifica el diluvio en el año 600 de Noé; aproximadamente 1307, 1656 y 2242 años luego de Adán de acuerdo con las versiones bíblicas samaritana, masorética, y septuaginta respectivamente. Flavio Josefo en el 2256 luego de Adán. Esto correspondería a unos 2250, 2900 o 3130 años a.C. según la fuente[9].

Los sumerios, inventores de la escritura cuneiforme, en su propia lista de reyes antediluvianos ubican el diluvio al final de la dinastía Eridu[10]. Excavaciones en Irak han revelado evidencia de inundaciones en antiguas ciudades sumerias como Shuruppak (hoy Tell Fara) y Kish. Una capa de sedimentos ribereños, datada por radiocarbono circa 2900 a.C. interrumpe la continuidad del asentamiento. Cerámica policromada del período Jemdet Nasr (3000-2900 a.C.) fue descubierta inmediatamente bajo el estrato diluviano de Shuruppak[11]. Los asirios, los chinos y los griegos sitúan al diluvio circa 2300 a.C., los egipcios en el 2600, los fenicios en el 2700, los antiguos mexicanos en el 2900, los hindúes en el 3100 a.C. Los armenios asignan la construcción de la torre de Babel circa 2200 a.C.[12].

14.LandofNodEnochEriduAntigua Sumeria circa 3000-2000 a.C. (www.bibleorigins.net)

 Cuando los británicos hicieron excavaciones en 1849 en las ruinas de Nínive, la capital de Asiria, encontraron cajas llenas con unas 25000 tablillas de arcilla que embarcaron al Museo Británico, pensando que sólo eran cerámicas decoradas. Poca atención se prestó al transportarlas ​​a través del desierto a lomo de animales de carga. En su mayoría llegaron a Londres hechas polvo o fragmentadas. Resultó que eran los fragmentos de lo que había sido la biblioteca del rey Asurbanipal[13] (668-626 a.C.), quien había recogido y almacenados cuidadosamente un gran tesoro cultural. Se piensa que incluía escritos antediluvianos. La mayoría se perdió a excepción de unos pocos como la épica del Gilgamesh antes mostrada.

La teoría de R.J. Fischer es que la civilización antediluviana cainita se corresponde con la civilización sumeria del período Ubaid, circa 4000-3500 a.C. bastante anterior a las babilónica y asiria[14],[15]. Se alega que la primera ciudad fundada por Cain en honor a su hijo Enoc (Gen, 4,17) junto a otras mencionadas por el Génesis (10,10-11) luego del diluvio e históricamente identificadas como Unug[16] (luego Uruk o Erec) datarían a 4200 a.C, es decir quizás más de mil años antes del diluvio. Igualmente Ur, la ciudad de Abraham en su niñez tendría, orígenes antediluvianos como la sumeria Eridu. Algunas ciudades antediluvianas habrían sido reconstruidas luego del diluvio, como Nínive sobre las ruinas de “Ninua”[17]. El asiriólogo W.W. Hallo indica una conexión entre Tubalcain (Gen. 4, 17-23) y los primeros herreros sumerios[18].

Otros sin embargo han identificado a los antediluvianos sumerios como setitas. El mismo Hallo sugiere una equivalencia entre Alulim, el primer rey de la dinastía Eridu, con el Enós del linaje de Set (Gén, 5,6)[19].

12.2.   Edades de los patriarcas

La edad de los patriarcas es un problema no del todo entendido, como apunta Straubinger. En parte puede ser debido a que sabemos poco de los antiguos sistemas cronológicos.

Los sumerios, por ejemplo, adjudicaban a sus reyes antediluvianos muchos más años que la Biblia a los patriarcas. Enmeduranna, rey de Sipar, tuvo unos 21 mil años de acuerdo a la lista de los reyes sumerios. Los reyes postdiluvianos tuvieron reinos más cortos hasta finalmente alcanzar edades “normales” en sus últimos períodos. Esta tendencia a edades decrecientes se encuentra también en el Génesis.

Se cree que los egipcios extendían sus edades, algo que nota A.C. Emmerick “Vi que desde muy antiguo los sacerdotes de Egipto, manipulaban la cronología del calendario para parecer más antiguos de lo que son en realidad. Los reyes, en perpetuo conflicto con los sacerdotes con respecto a las genealogías, inventaban antepasados que nunca habían existido”.

         San Jerónimo explica la longevidad de los patriarcas de un modo original: “…[fuera del Paraíso], trocada la eternidad en mortalidad, la sentencia divina dilató la vida del hombre, como una segunda inmortalidad, por espacio de novecientos y más años. Después, al recrudecer poco a poco el pecado, la impiedad de los gigantes provocó el naufragio universal del mundo. Entonces, limpiado el mundo, por decirlo así, como por un bautismo, la vida del hombre se redujo a más corto término”.

         En una línea similar se ha sugerido que estas edades preternaturalmente largas se deberían a un estado más puro e inocente, aetas aurea, o edad dorada de las generaciones primordiales. Pero a medida que esta inocencia inicial comenzó a perderse, también así decreció la edad del hombre.

         Antes del diluvio las condiciones de vida eran diversas a las actuales, no solo por razones medio ambientales, sino también por efectos remanentes en los hombres de los tiempos del Edén. Se podría especular que debido al pecado original pudo haber habido alteraciones en el genoma de Adán y Eva, originalmente no diseñado para morir. Hoy se sabe que tanto plantas como animales tienen genes específicamente ligados a la duración de la vida, más allá de aquellos que protegen de enfermedades y fortalecen el sistema inmunológico[20],[21],[22],[23],[24],[25],[26]. Puede que haya ocurrido una alteración a nivel molecular en el ADN con ciertos genes activándose o desactivándose resultando, entre otras cosas, en una vida menguada que comenzó a reducirse gradualmente con el tiempo, desde Adán hasta Cristo, aunque como veremos el diluvio parece haber sido un punto de inflexión.

Algo de esto se puede intuir de algunas visiones de A.C. Emmerick: “Cuando Adán y Eva hubieron consumido el fruto, quedaron como ebrios, y su consentimiento al pecado provocó grandes cambios en ellos” y también “Vi como Adán y Eva perdían su lucidez y disminuían en estatura”.

Parece haber una tendencia a la disminución de la edad y la altura desde Adán a Cristo. De vuelta la Beata de Emmerick hablando de los antediluvianos: “Los hombres eran de mayor altura que ahora, pero nada deformes. Los veríamos ahora con admiración, sin miedo o desagrado. Eran más perfectos en su contextura corporal.”

De acuerdo al Génesis las edades de los patriarcas se mantuvieron más o menos constantes hasta el diluvio, y luego disminuyeron gradualmente. Pero es de notar que la expectativa de vida ha aumentado gradualmente desde Cristo hasta nuestros días, de unos 30 a unos 70 años. Esto es un promedio mundial, a diferencia de las edades de la Biblia que son representativas de los patriarcas, i.e. la elite del pueblo.

GeneologyCuadro genealógico con edades basado en la interpretación literal del Génesis. En esta versión el diluvio ocurre unos 2242 años luego de Adán. Notar como la edad comienza a disminuir luego del diluvio. www.creationscience.com/onlinebook/FAQ224.html

Una interpretación figurativa de estas edades podría ser que ciertas generaciones han sido sintetizadas en los principales patriarcas, es decir que haya lagunas, dando al verbo “engendrar” el significado de dinastías abarcando varias generaciones. De este modo cuando leemos que Matusalén vivió 969 años y que a los 187 años tuvo a su hijo Lamec, quien a su turno llegó a los 777 años, habría que entender que hay varios descendientes entre ambos no mencionados.

12.3.   Edad de hielo

La teoría de las edades de hielo tuvo un proceso similar a la de la deriva continental. Cuando fue propuesta por los suizos I. Venetz y J. de Charpentier en 1829 –sugiriendo que antiguos glaciares ya desaparecidos eran la causa de la improbable presencia de grandes rocas en ciertas regiones de los Alpes, el Jura y el norte de Alemania, fue recibida con gran escepticismo. Hoy en día sin embargo, nadie duda que tiempo atrás hubo una edad de hielo (o más de una) cuando la temperatura promedio en la tierra era más baja que en la actualidad, las capas de hielos polares y continentales y los glaciares se extendían mucho más que ahora, y los océanos eran también más bajos.

También se sabe que zonas hoy desérticas como el Sahara, eran en el pasado húmedas y con animales tropicales, los cuales se pueden ver pintados en piedras no disímiles a las de las cuevas en España y Francia. Esto también está relacionado a la edad de hielo. El problema es que los fósiles de la edad de hielo a menudo exhiben una extraña mezcla de animales que no podrían coexistir. Restos de animales adaptados al frío se hallan mucho más al sur de lo esperado. Animales amante del calor aparecen como fósiles mucho más al norte de lo que se aventurarían en la actualidad. Esta peculiar mezcla de animales ha recibido un nombre especial -asociaciones discordantes. Hasta el día de hoy no se han explicado, como tampoco la extinción de muchos de estos animales al final de la última edad de hielo. Lo cual ha llevado a investigadores de diversos rubros a cuestionar el uniformismo, e.g. “el presente puede ser usado para entender el pasado sólo con moderada discreción. De hecho, gran parte del pasado puede no tener un análogo moderno”[27].

Lo que se discute también es qué causa una edad de hielo, y cuánto tiempo dura. Las causas no están determinadas, y como dijo un investigador del tema “si no fuera porque ya han sucedido, las edades de hielo podrían sonar a ciencia ficción”[28]. Se especula como causas: la composición química de la atmosfera, cambios de largo plazo en la órbita de la tierra alrededor del sol (ciclos de Milankovitch), fluctuaciones solares, movimientos tectónicos y gran actividad volcánica juegan un rol importante. En general hay un acuerdo que hacen falta veranos más fríos y mucha nieve acumulada para causar una edad de hielo. Es decir la nieve y el hielo no se tienen que derretir en el verano.

Vimos que los movimientos tectónicos extremos y su consecuente actividad volcánica son parte de las mayores teorías de la geología diluviana. El efecto de grandes erupciones volcánicas con cenizas y gases lanzados a la atmósfera se compara con las consecuencias de una guerra nuclear, el llamado «invierno nuclear»:

Temperaturas bajo cero durante seis meses en todo el mundo podrían  conducir a una extensa acumulación de nieve en grandes extensiones continentales. Tales campos de nieve incrementan enormemente el albedo [i.e. reflectividad] de la tierra y se podrían auto-sostener indefinidamente.[29]

El uniformismo no puede explicar esto, ya que sostiene que las edades de hielo duraron alrededor de 100 mil años, y no ha habido tanta actividad volcánica por un período tan largo para mantener tales condiciones (de ahí la necesidad de los ciclos de Milankovitch).

         La humedad necesaria para generar la precipitación nival sería provista por el diluvio mismo y a las “fuentes del gran abismo” a través de océanos relativamente más tibios y evaporables. Los océanos estarían relativamente más tibios, pero los continentes mucho más fríos y cubiertos de hielo y nieve en altas latitudes. Una vez más la discordia entre ambas cosmovisiones se define en la datación temporal de los eventos en cuestión: cientos de miles de años para geólogos uniformistas, unos pocos años para los diluvianos[30].

12.4.   ¿Y el hombre de Neanderthal?

De acuerdo al macro evolucionismo, la versión biológica del uniformismo geológico, los seres humanos aparecieron hace cientos de miles de años, sino más. Se hace referencia a “humanos primitivos”, “homínidos” y términos similares.

         Sin embargo los “humanos de conducta moderna” homo sapiens sapiens habrían aparecido solo hace unos 50 o 70 mil años[31], a diferencia de los “humanos anatómicamente modernos” quienes estarían de antes[32]. La transición de estos a aquellos no está para nada clara, pero es importantísima ya que los humanos meramente anatómicos no habrían tenido capacidad para desarrollar lenguas, arte como en las cuevas de Lascaux, pensamiento abstracto y simbólico, y otras actividades, digamos, humanas. Es decir que de acuerdo a los científicos de estos temas el humano moderno tiene solo unas docenas de miles de años.

         Algunos cristianos aceptan el macro evolucionismo darwiniano, aun si este no está probado en absoluto y hay señales que jamás lo será[33], sosteniendo que Dios intervino deliberadamente para crear al hombre durante el tortuoso senderoevolutivo. Es decir no fueron solo mutaciones al azar desde un organismo unicelular (que tampoco sabemos cómo surgió en la sopa química primordial) hasta Adán, el primer “humano de conducta moderna”. Alegan que la capacidad para el pensamiento abstracto implica una voluntad, y ésta un alma. Ergo los humanos anatómicamente modernos serían la forma más alta de primate, pero no personas en el sentido teológico.

         Mientras tanto los creacionistas niegan que haya fósiles «de transición» entre los primates y los seres humanos –ya que estos fueron creados directamente por Dios[34], clasifican a los fósiles “homínidos” simplemente como «mono» o «humano”. En este rubro no están solos en la comunidad científica. La teoría del origen simiesco del hombre basada en restos fósiles adolece de dos limitaciones fundamentales:

  • La absoluta imposibilidad de probar relación genética –o sea parentesco– entre organismos, en base a los hallazgos fósiles.
  • La imposibilidad de definir morfológicamente (esqueléticamente) al hombre en forma satisfactoria, por cuanto lo que define al hombre como tal es su inteligencia y ésta obviamente no se fosiliza.

Recientemente han aparecido muchas más trabas a la macro-evolución darwiniana[35] en los campos de la genética, bioquímica, biología molecular y matemática que serán expuestos en otro momento. En síntesis, como bien apunta R. Leguizamón[36]:

No existe ningún argumento científico que pueda “probar”, “demostrar”, “comprobar” la hipótesis del origen evolutivo del hombre. Hipótesis que está fuera del alcance del método específico de la ciencia.”

Determinar dónde está el umbral entre fósiles de «mono» y de «humano» es otra historia. Por ejemplo ¿fueron los hombres de Neanderthal humanos? La mayoría se inclina por una respuesta positiva. Los Neanderthal eran humanos ya que enterraban a sus muertos, utilizaban herramientas, tenían una estructura social compleja, empleaban lenguaje, y tocaban instrumentos musicales. Las diferencias anatómicas con ellos son muy leves, y se pueden explicar como resultado de un pueblo genéticamente aislado, acostumbrado a una vida rigurosa y al clima frío[37].

En definitiva, no hay transiciones entre hombres y monos. Los Neanderthal representan sólo un grupo más de personas que se habría separado de los otros grupos después del diluvio o Babel[38],[39].

Es discutido también tanto por evolucionistas como por creacionistas, si el hombre moderno (e.g. hombre de Cro-Magnon en el léxico evolucionista), mató a los Neanderthal, o se mezcló con ellos como indican algunos estudios recientes en pueblos europeos. En todo caso los Neanderthal desaparecieron hace unos 30 mil años en la escala de tiempo evolucionista, al final de la última edad de hielo.

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La primera reconstrucción del hombre Neanderthal en 1888 (i) y una reconstrucción más reciente y realista de un niño Neanderthal (d) por el Instituto Antropológico de la Universidad de Zurich, bastante diferente al rústico bípedo que inicialmente se asoció a los Neanderthal. (Imágenes en dominio público)

 

Comentarios finales

Se han desarrollado de manera sencilla las dos visiones más opuestas posibles sobre el diluvio y sus implicaciones: la llamada creacionista-catastrofista-literal y la evolucionista-uniformista-figurativa. El lector podrá sacar sus propias conclusiones sobre éstas y otras posibilidades híbridas.

Los proponentes de ambas visiones, y sus variantes intermedias, tienen teorías para explicar (casi) todos los acontecimientos, más allá que algunas de estas tengan poco sustento. Donde no hay igualdad de condiciones es en los recursos que disponen para estudiar y promover sus respectivas teorías.

Gran parte de la discordia se centra en los métodos de datación, sea la línea de tiempo literal del Génesis o los de datación radioactiva. Tomar los siete días de la creación de modo literal parecería forzar demasiado el texto bíblico. Pero esto no implica que los once primeros capítulos del Génesis deban ser entendidos de modo figurativo. La antigüedad de la tierra y el universo parecerían ser bastante mayores a 6000 años –como lo sugieren estudios astrofísicos independientes de los métodos de datación radioactiva, pero es posible que desde Adán hasta nuestros días no haya transcurrido mucho más que eso. En este contexto el diluvio en el Génesis parece tener una gran componente literal independientemente de la longevidad de la tierra en ese entonces.

Se puede entender por qué el diluvio descripto en el Génesis despierta tanta «pasión». Si se acepta al diluvio como hecho formativo global o meramente como hecho histórico natural, el consenso geológico moderno, y no digamos el ideológico, tendría que ser reexaminado. El actual establishment académico, mediático y político está más interesado en convencer que esclarecer. Esto se podría deber a que los especialistas están muy convencidos de su ciencia, pero no se debe olvidar que en estos temas hay factores exógenos a la ciencia, inclusive opuestos a la presumida racionalidad de ésta.

Si un método de datación radioactiva no coincide con la edad que «se espera», entonces se asume que es un error y se sigue probando con la muestra hasta que los resultados sean los “correctos”. Esto es moneda corriente en todos los métodos de datación «independientes», ya que todos están basados en la suposición, o prejuicio, uniformista, el cual fuerza la interpretación de los datos en una dirección preseleccionada. En realidad ninguno de los métodos de datación es independiente, todos dependen de uniformismo.

Se critican los argumentos en favor de una “tierra joven” por estar influenciados religiosamente, pero lo mismo podría decirse de los argumentos “uniformistas”, influenciados por una cuasi-religión naturalista que intenta explicar todo, sin éxito, como el resultado de tendencias espontáneas de la materia.

Si uno es estimulado para leer el diluvio del Génesis en modo “crítico”, también se debe activar dicho modo cuando se escucha a los “críticos del diluvio”. Si así se hace es muy probable que se coloque al diluvio dentro de la historia humana y natural. Nada cambia que Adán haya vivido hace 6, 12 o 36 mil años, o que el diluvio haya cubierto toda la tierra o solo la antigua Mesopotamia. Pero sí cambia el tener certeza que Adán vivió, que Noé existió, y que el diluvio ocurrió tal cual o muy similar a lo descrito en el Génesis.

Fuentes consultadas

  • Santa Biblia. Versión de Mons. Dr. Juan Straubinger. Editorial de la Universidad Católica de La Plata, La Plata. 1951. Red. 2001. 1690 p. Disponible online en

http://info-caotica.blogspot.nl/2012/09/biblia-version-straubinger.html y también en

https://archive.org/details/SantaBibliaStraubingerAntiguoTestamento  https://archive.org/details/SantaBibliaStraubingerNuevoTestamento

o    Versión de Nácar-Colunga. Undécima edición. BAC. Madrid. 1961. 1333 p. Disponible online en:

http://juanstraubinger.blogspot.nl/2013/05/sagrada-biblia-nacar-colunga-1961-para.html

o    Versión de Bóver-Cantera. Cuarta edición BAC. Madrid. 1957. 1649 p. Disponible online en:

http://juanstraubinger.blogspot.nl/2013/04/descargue-biblia-bover-cantera.html

o    Versión del Padre G. Junemann. 1928. Texto bíblico autorizado para su publicación por la Conferencia Episcopal de Chile en 1992. Disponible online en:

http://juanstraubinger.blogspot.nl/2014/03/la-biblia-del-p-guillermo-junemann.html

 

  • Emmerich, Anna Catherine (2008). Life of Jesus Christ and Biblical Revelations. Charlotte, NC: TAN Books, 2008. ISBN 978-0-89555-791-9. Versión disponible online en español y en inglés en:

www.ebookscatolicos.com/Libros-y-escritos-de-la-Beata-Anna-Catalina-Emmerich

www.insightsofgod.com/downloads/catherineemmerich.pdf

 

 

[1] Maas, A. (1908). Deluge. In The Catholic Encyclopedia. New York: Robert Appleton Company: www.newadvent.org/cathen/04702a.htm

[2] De modo análogo la leyenda de la Atlántida, supuestamente localizada en el actual Mar Mediterráneo cerca de la península ibérica, se ha relacionado con la destrucción de la barrera del estrecho de Gibraltar. Ésta protegía la Atlántida, y otras comunidades mediterráneas, de las aguas del Atlántico.

[3] Maas, A. (1908). Deluge. In The Catholic Encyclopedia. New York: Robert Appleton Company. http://www.newadvent.org/cathen/04702a.htm

[4] Spergel et al. (2003). First Year Wilkinson Microwave Anisotropy Probe (WMAP) Observations: Determination of Cosmological Parameters. Astrophysical Journal, 148, 175-194. DOI: 10.1086/377226, arXiv:astro-ph/0302209.

[5] Bonanno et al. (2002). The age of the Sun and the relativistic corrections in the EOS. Astronomy & Astrophysics, 390, 1115–1118. DOI: 10.1051/0004-6361:20020749

[6] Aufdenberg et al. (2006). First Results from the CHARA Array. VII. Long-Baseline Interferometric Measurements of Vega Consistent with a Pole-On, Rapidly Rotating Star. Astrophysical Journal, 645:664-675.

[7] Hansen et al. (2002). The White Dwarf Cooling Sequence of the Globular Cluster Messier 4. Astrophysical Journal 574:L155–L158. DOI: 10.1086/342528, arXiv:astro-ph/0205087

[8] http://en.wikipedia.org/wiki/Lambda-CDM_model#Challenges

[9] Maas, A. (1908). Deluge. In The Catholic Encyclopedia. New York: Robert Appleton Company: www.newadvent.org/cathen/04702a.htm

[10] The Sumerian king list, The Electronic Text Corpus of Sumerian Literature (ETCSL) project. Faculty of Oriental Studies, University of Oxford. http://etcsl.orinst.ox.ac.uk/cgi-bin/etcsl.cgi?text=t.2.1.1#

[11] Crawford, Harriet. (2004). Sumer and the Sumerians, Cambridge University Press.

[12] Maas, A. (1908). Ibid.

[13] Ashurbanipal Library Project (phase 1) from the British Museum.

[14] Fischer, R.J. (2008). Historical Genesis: from Adam to Abraham. University Press of America. 210 p.

[15]Más allá de la relevante conexión sumeria, se debe mencionar que Fischer es también un proponente de la herética y bizarra hipótesis del preadamismo, según la cual Adán no fue el primer hombre, sino únicamente el patriarca de ciertos pueblos, y que antes de Adán la Tierra ya estaba cubierta de poblaciones «preadamitas». No hay ningún soporte científico para esta hipótesis, que ha cambiado de color de acuerdo a la agenda política de sus proponentes, solo retorcidas extrapolaciones de ciertos pasajes del Génesis, y supresión de otros. Para el calvinista de origen judío del s. XVII Isaac La Peyrère, Adán habría sido solo el patriarca de los hebreos; mientras que para los norteamericanos esclavistas del s. XIX Adán sería, surprise, surprise, el progenitor de la raza caucásica, pero no de los negros, etc. Cfr. Maas, A. (1911). Preadamites. In The Catholic Encyclopedia. New York, Robert Appleton Company: www.newadvent.org/cathen/12370a.htm

[16] Arendzen, J. (1908). Cainites. In The Catholic Encyclopedia. New York, Robert Appleton Company: www.newadvent.org/cathen/03143a.htm

[17] Fischer. Ibid.

[18] Hallo, W.W. and W.K. Simpson (1971), The Ancient Near East: A History, Harcourt Brace Jovanovich, Inc., New York, pp. 27-33

[19] Hallo. Ibid, p. 32.

[20] Orozco, H. et al. (2013). Genetic manipulation of longevity-related genes as a tool to regulate yeast life span and metabolite production during winemaking. Microbial Cell Factories, 12:1. www.microbialcellfactories.com/content/12/1/1

[21] Adams, J. (2008) Genetic control of aging and life span. Nature Education 1(1):130. www.nature.com/scitable/topicpage/genetic-control-of-aging-and-life-span-847

[22] Amrit FRG, Boehnisch CML, May RC. Phenotypic Covariance of Longevity, Immunity and Stress Resistance in the Caenorhabditis Nematodes. PLoS ONE, 2010; 5 (4): e9978 DOI: 10.1371/journal.pone.0009978. www.sciencedaily.com/releases/2010/04/100401173728.htm

[23] Increased Mammalian Lifespan and a Segmental and Tissue-Specific Slowing of Aging after Genetic Reduction of mTOR Expression, published in the journal Cell Reports, 29 August 2013. www.medicalnewstoday.com/articles/265496.php

[24] Telomerase Gene Therapy Extends Mouse Lifespan by 24%. http://scitechdaily.com/gene-therapy-extends-mouse-lifespan-by-24/

[25] Longevity Genes Found; Predict Chances of Reaching 100. http://news.nationalgeographic.com/news/2010/07/100701-boston-university-health-genes-live-100-longevity-genetic-science/

[26] Live Long and Proper: Genetic Factors Associated with Increased Longevity Identified. www.scientificamerican.com/article/genetic-factors-associated-with-increased-longevity-identified/

[27] Guthrie, R.D. (1984). Mosaics, allelochemics and nutrients — An ecological theory of late Pleistocene megafaunal extinctions; in: Quaternary extinctions: A prehistoric revolution, P.S. Martin and R.G. Klein (Eds.), University of Arizona Press, Tucson, AZ, p. 292.

[28] Pendick, D. (1996). The dust ages, Earth 5(3):22, 1996

[29] Toon, O.B., et al. (1982). Evolution of an impact-generated dust cloud and its effects on the atmosphere, Geological Society of America Special Paper 190, Geological Society of America, Boulder, CO, p. 197.

[30]La geología creacionista “literal” es mayoritariamente un esfuerzo llevado a cabo por grupos protestantes norteamericanos. Por lo que no deja de ser una ironía que sea una de las visiones de la Beata A.C. Emmerick en proveer un dato crítico “pro-creacionista” de la boca del mismo Cristo, ni más ni menos: “Todas estas cuentas falsas [de los sacerdotes egipcios] me fueron mostradas en ocasión en que Jesús, en Aruma, hacía la instrucción del Sábado y hablaba a los fariseos de la vocación de Abraham y de su estada en Egipto: les hizo ver la falsedad de los cálculos exagerados de los sacerdotes egipcios. Jesús les dijo a los fariseos que el mundo tenía entonces 4028 años de existencia. Cuando oí decir esto a Jesús estaba Él mismo en el trigésimo primero de su edad.”.

[31] Mayell, Hillary (2003). When Did «Modern» Behavior Emerge in Humans?

[32] Nitecki, M.H., Nitecki, D.V. (1994). Origins of Anatomically Modern Humans. Springer.

[33] Behe, M.J. (20062). Darwin’s Black Box: The Biochemical Challenge to Evolution. Free Press, 352 p. http://www.amazon.com/Darwins-Black-Box-Biochemical-Challenge/dp/0743290313

[34]Una vez más la visión de A.C. Emmerick tiene netos sesgos “creacionistas”, a saber: “Lo he visto surgiendo, luminoso y blanco, de una pequeña elevación de tierra amarilla, como saliendo de un molde… Era como nacido de la tierra, entonces virgen. Dios bendijo esta tierra y ella fue como su madre. Él no salió de repente de la tierra; tardó algún tiempo en aparecer… Dios llamó a Adán y fue entonces como si la colina se abría y Adán surgía poco a poco del seno de ella. No había árboles en torno, sino sólo pequeñas plantas floridas.”

[35] Behe, M.J. (2007).The Edge of Evolution: The Search for the Limits of Darwinism. Free Press, 336 p. www.amazon.com/The-Edge-Evolution-Search-Darwinism/dp/0743296222

[36]Leguizamón, R.O. (2002). Fósiles polémicos, Nueva Hispanidad, Buenos Aires, 160 pp.

[37] Phillips, D. (2000). Neanderthals Are Still Human! Acts & Facts. 29 (5).

[38] Oard, M. (2003). Neandertal Man— The Changing Picture. An Overview of How This Alleged “Subhuman” Is Being Progressively Rehabilitated, Despite the Evolutionary Bias Resisting the Trend. www.answersingenesis.org/articles/cm/v25/n4/neandertal

[39] Habermehl, A. (2010). Answers Research Journal 3:1-21.

3 comentarios sobre “¿Qué sabemos del diluvio? (6 y último)

  • el junio 15, 2014 a las 10:40 pm
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    Mis felicitaciones al autor. Personalmente me gustan muchísimo estos temas que confrontan los datos de la ciencia (ratio) y la revelación (fides). Pareciera que el terreno está tomado por los protestantes. Es de agradecer que alguien se tome el trabajo de establecer los puntos fuertes y débiles de las teorías que circulan, además de recomendar toda una bibliografía completa del tema.

    ¡Bravo! Espero poder leer algún otro trabajo suyo.

  • el junio 17, 2014 a las 1:40 pm
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    Existe actualmente el ebook que se puede descargar gratis titulado LA EVOLUCIÓN NO ES CIENCIA. Felicitaciones al autor de la web, es de las únicas católicas que se atreven a estudiar seriamente el Darwinismo y el Diluvio.

  • el junio 24, 2014 a las 4:24 am
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    Además por lo que llevo investigado en Internet, en el Catolicismo existe muy poco por no decir «nada» en cuanto a autores científicos católicos que traten el tema del Diluvio. Por poner un ejemplo en la BAC (Biblioteca de autores cristianos, católica) no sale ningún libro tratando el Diluvio. Existe este gran libro pero esta agotado y nunca ha figurado en las listas de la BAC, sino que ha sido publicado por la Editorial Clie que esta especializada en libros evangélicos. Se titula EL DILUVIO DEL GENESIS y esta escrito por dos autores evangélicos (protestantes). ¿¿Muy raro y lamentable, verdad, que no haya salido esto del mismo Catolicismo???. Pues ya bien podemos decir que los protestantes nos aventajan en algunos temas.

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