Sínodo de los jóvenes visto desde dentro. Una impresión

Un joven amigo, completamente fiable, que en estos días tuvo la gracia de visitar la Ciudad Eterna pudo también participar del actual Sínodo de los Jóvenes.

Contó lo que sigue.

1) Los “auditores” eran ‘jóvenes’ que habían estado en las sesiones y que participaron del “pre-Sínodo” (algunos eran adultos del ámbito de la educación y de congregaciones religiosas de avanzada…). Debían ser una ‘ayuda especializada’ de los obispos pero…, en realidad, estaban más bien para promover las modificaciones progresistas. 

Es más: ellos mismos proponían “modos”.

2) A lo largo de todo el Sínodo había una “barra” tipo cancha de fútbol con hinchada de auditores en el Aula sinodal, que aplaudía y gritaba en el estadio cuando algún obispo hablaba de aperturas, presencia de jóvenes y la mujer en ‘todos’ los espacios de decisión, acogida e integración de los homosexuales; mientras que hacían silencio cuando los obispos hablaban de Juan Pablo II, claridad en la doctrina, etc.

Con esto, algunos interpretaban que los jóvenes manifestaban o acompañaban con su alegría juvenil las “mociones del Espíritu”(vaya acompañamiento).

«Parecía el Mayo francés» -dijo uno- pero en Roma.

3) Hay que tener en cuenta que la abrumadora mayoría de los obispos verdaderamente delegados por sus conferencias episcopales, no estaban con estos cambios; más bien los criticaron mucho; pero está el staff del Sínodo, los escogidos directamente y estos jóvenes auditores, eran la minoría que daba la sensación mayor, pidiendo seguir ‘profundizando’ los temas candentes: homosexualidad en la Iglesia, celibato sacerdotal, comunión para divorciados, participación de la mujer, etc.; todo con las palabras de siempre: empatía, no ser excluyentes, valorar la diversidad, no estigmatizar, etc.

4) En los aportes al proyecto del documento final fueron muchos más los que indicaron correcciones en el buen sentido. En los pasillos varios obispos manifestaban su preocupación por lo que estaba pasando adentro.

5) El Instrumentum laboris fue muy criticado: estaba lleno de citas del famoso “pre-Sínodo” (siempre con críticas peyorativas a la Iglesia: sin citas bíblicas, magisteriales, sin marco doctrinal, etc.), citas que, a los padres sinodales, se les insistía para que “no tocasen” pues eran “expresión de los jóvenes”).

6) Hubo una gran confusión hasta el final de si se estaba frente a un Sínodo de obispos o ante una jornada de la juventud o algo así, al punto que alguno propuso llamar: “Sínodo de los jóvenes acerca de los obispos”, en vez de “Sínodo de los obispos acerca de los jóvenes”.

7) Los obispos africanos, los eslavos, los de Medio Oriente y la inmensa mayoría de los obispos de habla inglesa junto con los asiáticos, se encontraban en una buena línea doctrinal. Los latinoamericanos, mezclados. Los europeos más bien regulares.

Veremos qué sale el sábado próximo en el documento final.

Mientras, venga una despedida episcopal luego de la Santa Misa…

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