No vayan a esta peregrinación. Es peligrosa: «Nuestra Señora de la Cristiandad, 2017»

Hace algunos años vengo oyendo que un grupo de jóvenes recalcitrantes, con algunos mayores que los secundan, el fin de semana largo de Agosto (19-20 y 21), hacen una peregrinación hasta la Basílica de Luján, en Argentina.

Estos herederos de lo más rancio del catolicismo, caminan durante tres días, llegando sedientos, hambrientos y exhaustos hasta el santuario mariano nacional.

En el colmo de los fascismos y dejando de lado el amor por la madre tierra, las ballenas y el ecumenismo, se centran en la arcaica manera de celebrar la Cena del Señor (a la que llaman “El Santo Sacrificio de la Misa”), según la denominada “forma extraordinaria” que –en mala hora- permitió el anterior papa, Benedicto XVI (¡y menos mal que renunció que, si no, nos la imponía a todos!).

Lo más preocupante es que de estos encuentros, que ya reúnen a más de 600 personas por año, terminan surgiendo nuevos “bolsones de autoritarismo” (como los llamaba nuestro hermano mayor Aguinis), noviazgos heterosexuales y, lo peor de todo, futuras vocaciones a la vida consagrada y al sacerdocio.

Los cavernícolas de la fe (ellos dicen “la Fe”, con mayúscula), llevan grupos de “logística” (armado carpas, cocina para un batallón de hambrientos, enfermería etc. -todos términos que evocan un aire militarista) lo que hace que grandes y chicos se sientan partícipes de la “cruzada”.

Además, no hay nada de cumbia, nada de reggaetón, ni de bachata ni heavy metal… ¡Una amargura! La verdad es que no sabemos si regalan algo al llegar a Luján; quizás un Ipad o algo así para estos clasistas de la fe que peregrinan,

“con la idea de contribuir a la restauración del espíritu de la Cristiandad que ha dado a la Iglesia y al mundo tantos santos, héroes y defensores de la Fe. Porque es necesario volver a impregnar a la Argentina de aquellos ideales que le dieron vida y la hicieron grande”.

¡Miren si no es una fórmula digna de tiempos que no querríamos volver a vivir!

Debe haber gato encerrado; debe haber un curro…

Al joven (todos los sabemos), se lo atrae con tolerancia, democracia, sexo y alcohol.

Para máximo de males, este año estaba por acompañarlos el negrito Cardenal Sarah, invitado a la Misa de cierre en la mismísima Basílica de Luján; menos mal que no pudo ser y que mandó sólo una bendición episcopal (no sea cosa que, luego de su paso por Buenos Aires, lo eligieran como Papa en el próximo cónclave.

Pues bien; ya están sobre aviso y saben dónde no hay que ir.

Si quieren saber más, entrar aquí

Recuerden. 19, 20 y 21 de Agosto de 2017.

Que no te la cuenten…

P. Javier Olivera Ravasi

PD1: a los sacerdotes, profesores, etc., o lectores del sitio, les pido que prevengan a los suyos de estas cosas que tanto daño hacen a la juventud, no sea que se vayan conociendo y reproduciendo los cavernícolas en nuestra Patria.

PD2: para los despistados de siempre, modo ironía, ON.

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