La usura como pecado contra natura (2/2)

La usura como pecado contra natura (2/2)

Por Enrique de Zwart

Con usura se peca contra la naturaleza,

Será tu pan como un harapo

Será tu pan seco como el papel,

No habrá abundante cosecha, ni harina fuerte…

Usura es un parásito
mella la aguja en manos de la doncella
y paraliza el talento del que hila


Usura mata al niño en el útero
Contra naturam
Trajeron putas a Eleusis[1]
Sientan cadáveres a su banquete
por mandato de usura.

Canto XLV. Con usura, Ezra Pound

 

Precio justo

Sin caer en los errores comunistas es necesario algún tipo de sindicato, o una forma efectiva de protección a los trabajadores. De lo contrario los salarios terminan por el piso y la economía naufraga como ocurrió en Florencia en del siglo XV. El capitalismo fuera de control se apropia de la plusvalía en su totalidad llevando al trabajador a la miseria con salarios por debajo de la subsistencia. ¿Cómo se sabe cuándo se cruzó ese umbral? Cuando la clase trabajadora declina debido a no poder mantener una familia, que es precisamente lo que ocurrió en la Florencia de aquel entonces. Los Medici terminaron por matar la gallina de los huevos de oro. Poder mantener una familia es el último criterio para una sociedad exitosa y justa.

Notamos aquí que importar trabajadores mediante inmigración masiva, como ocurre ahora en EEUU y Europa occidental, es otra treta del capitalismo especulativo (y de gobiernos liberales/masones anticristianos con intenciones de ingeniería social). Esto también ayuda a explicar el triunfo de Trump y la popularidad de Le Pen, Orban y tantos otros. Es un hecho que en varios países occidentales la población nativa está disminuyendo bajo la presión de la inmigración musulmana y sus efectos en el mercado laboral.

El precio justo puede ser definido como el costo de la oferta. Parece una definición a ojo de buen cubero, pero reconocidos economistas como P.A. Samuelson y Wilhelm von Kettler pensaban así. Llegar al precio justo no implica la necesidad del “libre mercado”. Solo se necesita la voluntad moral de no cobrar de más. Ahí es donde el capitalismo tambalea y la razón por la cual precios altos y salarios bajos son el común denominador en la era capitalista. Todo el mundo más o menos reconoce esto, excepto quienes pretenden estar estudiando una “ciencia” como la física o la química en lugar de cuestiones mejor entendidas por principios morales. Es en realidad filosofía moral, porque en su esencia se trata de dos personas acordando un intercambio. Nada que ver con la física, sino con la voluntad del hombre de elegir el bien.

Gesellschaft y Gemeinschaft

Ferdinand Tönnies dividió a las sociedades en dos tipos: las Gesellschaft son asociaciones de individuos y las Gemeinschaft son genuinas comunidades sociales. La “ciencia” económica trata de individuos e interés personal, como en una logia. La Iglesia católica trata de comunidades de personas relacionadas mediante el Logos. La economía de la Gemeinschaft está en el hogar, y para exportarla a la sociedad en su conjunto hace falta la voluntad de elegir el bien común en el mercado. La economía de Gesellschaft es la de individuos como Adam Smith o David Hume. Es la economía que enseña tanto la izquierda marxista como la derecha neoconservadora/liberal. Si la religión de la Gemeinschaft es el catolicismo, la de la Gesellschaft es la masonería.

Barren Metal explica la creación y al desarrollo de la Gran Logia. Muchos se asocian a la Logia para mejorar sus oportunidades de hacer negocios, pero Jones no confunde el bosque con el árbol y ve más allá. En particular el rol de la masonería en contrarrestar a la Iglesia, por ejemplo en la supresión de las reducciones jesuitas en Paraguay. Ciertamente que la organización social y económica de las reducciones, una Gemeinschaft por excelencia, y su éxito, es algo que la Logia no estaba dispuesta a tolerar.

Igualar capitalismo con masonería es una simplificación demasiado grosera, a pesar de que el individualismo prevalente en ambos facilita la conexión, y Jones no comete ese error. Simplemente se limita a apuntar hechos bien documentados sin especular acerca de las ulteriores intenciones de la Logia y sus seguidores. Lo que sí los caracteriza es una notable carencia de solidaridad y apreciación del largo plazo.

Una constante del capitalismo financiero es la explotación del presente. Las burbujas especulativas son clásicos ejemplos de beneficio a corto plazo a expensas de una necesaria calamidad futura.

Opciones de moneda

En estos tiempos de volatilidad financiera algunas voces han propuesto volver al oro como moneda real. El oro tiene cierta fuerza filosófica y su comercio está estrechamente relacionado al valor del trabajo. El problema es cuán seriamente se puede tomar a la “teoría del valor-trabajo”, la cual considera que el valor de un bien o servicio está determinado por la cantidad de trabajo necesario para producirlo, más allá de su utilidad. Esta teoría fue bastante aceptada hasta el siglo XIX, y luego perdió favor ya que no pudo explicar la renta de tierras, el beneficio empresarial y la usura. Jones le da cierto crédito a la teoría del valor-trabajo, pero la rechaza en su formulación marxista ya que no puede obtener un precio basado en el monto de trabajo puesto en el producto.

¿Qué opciones hay? En general hay tres opciones de moneda: garantizada por metal, basada en deuda y dinero fiduciario (fiat). Por evidencia y lógica la primera opción es descartada en Barren Metal. El dinero fiduciario es emitido por el gobierno y su uso depende de la confianza que tenga la comunidad y de la moderación con que el gobierno imprima.

La moneda basada en deuda es el sistema que ha venido a dominar las economías occidentales mediante los bancos centrales. Para muchos no es sino dinero fiduciario más caro. El gobierno puede pedir prestado tanto como quiera, lo que en general resulta en una cantidad de dinero tal que no es acorde con la economía real. Por cada peso recibido se debe pagar interés. Y este interés es sencillamente usura a nivel nacional. Sin controles serios el dinero basado en deuda tiende a la inflación, que es otra forma de degradación monetaria, y a una deuda nacional más grande.

En este panorama dominado por las deudas y la usura que ésta conlleva, no es una sorpresa que el entusiasmo por el oro esté creciendo. Lamentablemente a lo largo de la historia este remedio ha sido a veces peor que la enfermedad.

El problema con el oro, aparte de su degradación, es que una vez que el estado da su garantía la gente pierde interés en saber si se trata realmente de oro. Además con el papel moneda, originalmente creado como un recibo por cierta cantidad de oro depositada en lugar seguro, las posibilidades de hacer trampa se incrementaron enormemente. Emitir más “recibos” de lo que realmente estaba guardado mediante préstamos es una vieja treta y también una forma de degradación.

La Iglesia y el islam

La Iglesia nunca renegó de sus enseñanzas sobre la usura. Sostuvo y sostiene que el préstamo a interés es pecado. Esto está en la encíclica “Vix Pervenit” de 1745. Este es un documento del magisterio, emitido por un Papa, y es lo que la Iglesia enseña. Nunca jamás ningún Papa la contradijo. Pero históricamente nunca fue implementada del modo en que el islam implementó su sistema bancario.

Jones elogia al exitoso modo islámico de lidiar con la usura. El islam prohíbe la usura y esto se refleja en su sistema bancario. Hasta Benedicto XVI, crítico del islam en muchos campos, ha reconocido esta ventaja mahometana. De hecho la gran expansión musulmana, histórica y en nuestros días, se debe en parte a su abolición de la usura. Esto es lo que la Iglesia debería haber hecho, esto es lo que estaba en los libros pero nunca se logró implementar.

¿Cómo funciona el sistema bancario islámico? En suma, se puede cobrar una legítima tarifa por los servicios bancarios pero el préstamo a interés está prohibido. Esta tarifa se paga inicialmente y no hay una deuda que crece geométricamente con el tiempo.

Falsas razones de los usureros

El capitalismo tiene sus méritos también, ya que provee los medios. Pero esta versión corriente definida por los especuladores de Wall Street, que tienen a políticos como Hillary Clinton (gracias a Dios ahora desactivada) en el bolsillo, es la peor posible.

Se dice a menudo que los usureros –que se benefician con el préstamo a interés– merecen un pago por sus préstamos debido a las oportunidades que pierden al no usar el dinero de otra manera. Pero eso asume que serían capaces de ganar dinero de otra manera. Más aun, asume que realmente tienen dinero para prestar. La verdad es que la mayoría de los préstamos son creados mediante artilugios financieros como el sistema contable de partida doble. Los banqueros crean de la nada documentos Pagaré. Luego nos prestan sus Pagarés como si fuera dinero.

La usura es magia negra financiera. Una inversión de valores que destruye el orden natural. Este caos manufacturado luego contagia otros campos de la sociedad.

Conclusión

Detrás de todo sistema dependiente de mecanismos usurarios, que pretenden crear algo de la nada, está la razón de nuestros males presentes. En su actual versión financiera y especulativa, el capitalismo laissez-faire es esencialmente usura promovida por el estado, como lo definiera el economista jesuita Heinrich Pesch.

Contrarrestar el actual sistema usurario especulativo y el mal llamado “libre mercado” será necesario para cualquier sociedad que quiera salir adelante. Barren Metal lo expone claramente y con coraje. Tal paso no será fácil, y si nos guiamos por la historia de aquellos que lo intentaron antes, tampoco pacífico. Pero ese paso sucederá tarde o temprano ya que los Dioses del Mercado al final caerán y los del Sentido Común terror y estrago retornarán:

…Then the Gods of the Market tumbled, and their smooth-tongued wizards withdrew

 And the hearts of the meanest were humbled and began to believe it was true

 That All is not Gold that Glitters, and Two and Two make Four

 And the Gods of the Copybook Headings limped up to explain it once more.

[…]

 And that after this is accomplished, and the brave new world begins

 When all men are paid for existing and no man must pay for his sins,

 As surely as Water will wet us, as surely as Fire will burn,

 The Gods of the Copybook Headings with terror and slaughter return!

…Cayeron entonces los Dioses del Mercado, y desvanecieronse sus brujos de meloso hablar

 Y los corazones de los más soberbios fueron humillados y comenzaron a creer que era verdad

 Que todo lo que brilla no es oro, y dos y dos son cuatro

 Y los dioses del Sentido Común se levantaron para explicarlo una vez más.

[…]

 Y que luego que esto suceda y comience el bravo nuevo mundo

 Cuando todo hombre sea pagado por existir y ninguno pague por pecar,

 Tan seguro como el agua moja, tan seguro como el fuego quema,

 ¡Los Dioses del Sentido Común con terror y estrago volverán!

…Que no te la cuenten.

Enrique de Zwart

Referencias

Barren Metal: A History of Capitalism as the Conflict between Labor and Usury. Fidelity Press, South Bend, Indiana. 2014. 1456 p.

Santelli, Anthony. What is Usury? Publicado originalmente en Culture Wars. Se puede leer acá: https://netarchydotcom.wordpress.com/2011/12/29/what-is-usury/

 


[1] Eleusis era el templo de ritos y misterios iniciáticos en la Grecia pagana cerca de Atenas.

Un comentario sobre “La usura como pecado contra natura (2/2)

  • el noviembre 28, 2016 a las 9:08 pm
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    Desde mi punto de vista vincular la “usura” con el “interés compuesto” es un error. La usura depende de dos factores: El nivel de la “tasa” de interés y el destino del préstamo. A su vez el nivel de la tasa está directamente relacionado con la “inflación”. La forma en que calcule el importe del Interés, sea “Interés compuesto” o “Interés simple” no hace al problema de la usura. Incluso para préstamos menores a un año el resultado de los intereses a pagar es menor si se los calcula a interés compuesto que a interés simple.
    Por ejemplo, si en un país la inflación anual es del 4 % y usted le presta 1000 dólares a una persona que se enfrenta a una situación de emergencia de vida o muerte y le cobra el 10 % de interés anual por 180 días usted es un USURERO. Pero si le presta 100.000 dólares a la misma tasa por un año a un empresario que dice que le paga esa tasa porque tiene un negocio que le rinde el 20 % anual, usted es un GIL, porque es muy probable que no cobre el interés y pueda que tampoco el capital. En nuestra querida Argentina el primer caso lo vemos en esas instituciones financieras disfrazadas de “mutuales” que le prestan a los jubilados y que le retienen el pago directamente del haber mensual. El segundo caso lo vemos de vez en cuando en el diario cuando “desaparece” algún financista que le prometía jugosos intereses a personas ávidas de dinero fácil.

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